Dos hombres, identificados preliminarmente como Juan Soza y José Dávila, fueron arrestados como los presuntos autores del asesinato de dos personas y causar heridas graves a otras tres. Soza y Dávila supuestamente cometieron el delito a inicio de este mes cuando atacaron a las cinco personas a balazos y con arma blanca en la comunidad San Nicolás, al suroeste del municipio de Matagalpa.
Soza y Dávila, originarios del municipio de San Ramón, Matagalpa, admitieron supuestamente ante la Policía que participaron en el crimen y, este Viernes Santo, fueron llevados al lugar para hacer la “reconstrucción de los hechos”, confirmaron fuentes vinculadas con la investigación.
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La Policía en Matagalpa no ha brindado información oficial desde que ocurrió el caso la noche del domingo 4 de marzo, cuando dos hombres —uno de ellos vestido como policía— llegaron a la propiedad Santa Gertrudis, en San Nicolás, y mataron a la productora Reyna Gioconda Molina Zamora, de 65 años.
Los hijos de la productora María Marcela y Marco Aurelio Marenco Molina, así como la esposa de éste, Zuleika Vanessa Otero Marín, y el empleado Douglas Antonio Altamirano González, fueron heridos de gravedad y estuvieron hospitalizados.
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Sin embargo, Altamirano falleció la noche del 21 de marzo en el hospital escuela César Amador Molina, donde estuvo sus últimos 11 días internado en la Unidad de Cuidados Intensivos. En tanto, Otero y los hermanos Marenco Molina fueron dados de alta.
Según las declaraciones que los sobrevivientes brindaron a sus familiares y a la Policía en Matagalpa, los asesinos llegaron simulando ser policías que andaban en San Nicolás averiguando sobre un abigeato. Pero luego atacaron a quienes estaban en la casa de la productora y huyeron al creer que todos estaban muertos.
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La Policía en Matagalpa, que lleva casi dos años censurando y bloqueando información, principalmente a periodistas de medios independientes, se ha mantenido hermética y todavía se desconoce cuál fue el móvil del crimen.
Pero, según las fuentes, el crimen pudo ser “por encargo”. Una teoría que han sostenido organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en Matagalpa, a partir de las primeras declaraciones que el 5 de marzo brindó una familiar de los afectados.