Al menos, la mitad de 700 productores originarios de Madriz, Estelí y otros municipios del país aplican por completo prácticas agroecológicas en sus parcelas, mientras el otro grupo lo hace de forma parcial; pero ambos están conscientes de los beneficios de la producción agroecológica y el cuido del medioambiente.
Ese fue uno de los resultados de un proyecto en el que participaron diversas organizaciones, entre ellas, el Centro de Comunicación y Educación Popular (Cantera).
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De acuerdo con Anabel Torres, directora de esa organización, la iniciativa de trabajar la agroecología se debe a la problemática existente con la producción debido a que los suelos han perdido fertilidad por múltiples factores, entonces, “la idea era recuperar los suelos para que la producción sea buena y sana”, expresó.
Al respecto, el doctor en Agricultura tropical sostenible, Dennis Salazar, explicó que la agroecología no solo son las prácticas que se hacen en las fincas en beneficio del suelo, del agua, de la biodiversidad, que permiten conservar y producir, a la vez que se tiene un manejo de los recursos naturales.
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Esto, en general, implica el componente agroambiental, pero además existe el componente económico y el social.
El productor debe estar integrado en los procesos de desarrollo de las comunidades, además debe tener un registro de su gastos, pero el problema es que casi no se cuenta con datos precisos, explicó el experto.
Por otro lado, el componente social tiene que ver con la relación que establece el productor con la comunidad y con otras organizaciones para mejorar su sistema productivo.
Uno de los integrantes de este proyecto fue Michael Aburto, de la comunidad La Chorrera, en Villa El Carmen. En su finca de siete manzanas no se producía nada, pero ahora su tierra la tiene distribuida entre huertos, parcelas diversificadas (musáceas y árboles frutales), reservorios de agua y además produce su abono. “En esta finca no usamos la quema ni químico, todo lo que tenemos es orgánico”, expresó el productor.
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