A una semana del inicio del carnaval de Río de Janeiro, en Brasil, el más famoso del mundo, los hoteles se apuran para colgar el cartel de completo y se triplican los precios de los alojamientos para el millón y medio de turistas que, según los organizadores, abarrotarán la ciudad.
La asociación hotelera de Río de Janeiro estima que la ocupación durante el carnaval, entre los próximos días 10 y 14, alcanzará el 72 por ciento, según su presidente, Alfredo Lopes.
“El carnaval y el réveillon -noche de fin de año- son las principales fechas del calendario turístico de Río, con los mejores índices de ocupación hotelera, pero por un mayor tiempo de permanencia, el carnaval es la principal fecha para el turismo carioca” añadió Lopes.
En la ciudad, en la que ya se respira el ambiente festivo, es complicado encontrar alojamiento para estas fechas en la zona sur, la más turística y segura, donde las tarifas se disparan.
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Como es tradicional, los turistas se alojarán, preferentemente, en barrios como Copacabana, que espera ocupar el 75 por ciento de su capacidad, e Ipanema, que alcanzará un 80 por ciento, aunque Flamengo llegará a un 83 por ciento, precisamente por su proximidad al centro y la cantidad de blocos (comparsas) que desfilarán por sus calles.
Los cuartos más baratos están prácticamente agotados y es difícil que bajen de los doscientos dólares por noche en habitación doble.
Los espacios disponibles son los más caros, aunque en hoteles como el Fasano, situado en la playa de Ipanema, o el Copacabana Palace, dos míticos de la ciudad, ya no quedan habitaciones libres y las últimas reservas se efectuaron por un importe superior a los mil dólares por noche.
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Los precios pueden llegar a superar los novecientos dólares en los hoteles Hilton y Pestana, dos de los pocos, situados en la playa de Copacabana, en los que aún quedan alojamientos libres para el carnaval.
La mayoría de turistas internacionales que visitará Río en estos días, explicó Lopes, serán argentinos y chilenos, que encontrarán en el alquiler de apartamentos o habitaciones una opción algo más económica para su estancia.
Un estudio en Copacabana para estas fechas con capacidad para dos o tres personas se puede conseguir hasta por 63 dólares por noche, algo menos de lo que supondría en Ipanema donde se pagaría en torno a los setenta dólares, mientras que el alquiler de una habitación en un apartamento saldría por más de treinta dólares por noche.
Aunque esta es la opción más económica para los turistas, los precios están sometidos a la presión de la demanda y todavía pueden subir, si bien ya triplican a los alquileres medios.
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La mensualidad de una habitación en Copacabana puede oscilar entre los quinientos y seiscientos dólares, que es lo que muchos turistas pagarán, con algo de suerte, solo por las cinco noches del Carnaval.
Pese a ola de violencia que sacude Río y que azota con saña a las favelas de la ciudad, la oferta de alojamiento en estas comunidades se multiplica también durante el carnaval.
Un apartamento en Vidigal o Doña Marta puede llegar a superar los cien dólares por noche y muchos turistas están dispuestos a pagarlos, en parte para disfrutar de la vista privilegiada que ofrecen estos asentamientos, que se levantan sobre los morros (colinas) de Río, y en parte seducidos por una publicidad engañosa que alimenta la leyenda de las favelas y las visitas de famosos, como Madonna.