Recién inicia la administración de Reyna Rueda en la Alcaldía de Managua al haber transcurrido apenas 17 días desde que oficialmente asumió las riendas, con una sesión de traspaso realizada en el parque Japonés, pero ya se conoce que la persona que manda es el secretario general Fidel Moreno.
Así queda en total evidencia en los pliegos de base y condiciones de compras y contrataciones en este 2018, al aparecer Moreno en calidad de apoderado general de administración en la municipalidad y por tanto el contratante de cualquier servicio.
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Desde el suministro de papelería hasta la contratación para ejecutar una obra pública. El nombre del secretario general es el que aparece y no el de Rueda, quien fue declarada ganadora en la capital por el Consejo Supremo Electoral para las elecciones municipales de 2017.
Misma tónica que en el período de Torres
Pero este poder del que goza Moreno, constatado en documentos oficiales, no inicia en el actual período, porque en los años que Daysi Torres ocupó la silla principal de la Alcaldía sucedió lo mismo: en vez de que ella firmara los contratos, fue Moreno quien lo hizo, dejándola con pocas funciones operativas y más como figura decorativa.
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A esto se le suma que en decenas de ocasiones se constató que Torres no tenía poder para decidir aspectos elementales en la institución y que su protagonismo se redujo a firmas de convenios, inauguraciones de obras y la celebración de Santo Domingo de Guzmán.
Otro punto que queda claro sobre quién dirige este año la plaza municipal más importante del país son las reuniones con los siete delegados y directores de área, que sostiene Moreno y no Rueda.
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Para 2018 la Alcaldía tiene un presupuesto de ingresos y egresos que asciende a 6,119 millones de córdobas y una cartera de proyectos de aproximadamente 400 obras.
Asimismo, en 2018 tiene el reto de finalizar la construcción de los pasos a desnivel en las intersecciones de Las Piedrecitas y el 7 Sur, y licitar, adjudicar y hacer que inicien las obras de la primera fase de rehabilitación en la Pista Juan Pablo II, el anillo vial más importante de la ciudad capital.