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La graduación es parte de un proceso educativo que Juana Sándigo empezó hace diez años, cuando decidió bachillerarse. LA PRENSA/Melvin Rodríguez

Juana Francisca logra graduarse de abogada a los 75 años en Camoapa

Juana Francisca Sándigo Sándigo se graduó como abogada con un solo objetivo en mente: ayudar a la gente pobre a enfrentar sus procesos judiciales, a todo aquel que no cuente con el dinero para pagar los honorarios

A sus 75 años, Juana Francisca Sándigo Sándigo se graduó como abogada con un solo objetivo en mente: ayudar a la gente pobre a enfrentar sus procesos judiciales, a todo aquel que no cuente con el dinero para pagar los honorarios de alguno de sus colegas.

Hace diez años, que esta mujer oriunda de la comunidad Tolinapa se mudó a la ciudad de Camoapa, junto a sus tres hijos, quienes la apoyaron en su decisión de estudiar su licenciatura en derecho, uno de sus sueños de juventud.

“A esta edad ya no tengo a quien mantener”, mencionó entre risas, “entonces, uno de mis objetivos es ayudarle a la gente pobre, que a veces no tienen cómo pagar un abogado, que en dependencia de los casos son carísimos sus servicios, entonces quiero ayudarle a la gente pobre, que lo necesite”, agregó.

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La graduación es parte de un proceso educativo que Sándigo empezó hace diez años, cuando decidió bachillerarse, meta que logró en el Centro de Educación para Adultos (CEDA), en Camoapa.

“Cuando me bachilleré, me quedé pensando ¿Y me voy a quedar bachillera? ¿Para qué? Si ahora abundan los bachilleres, eso fue a mis 70 años. En cuanto empezaron las clases (en la universidad) me fui a matricular y para no tener mucho costo me quedé estudiando aquí en Camoapa”, relató Sándigo con su característica jovialidad.

Para ella, el estudio constante ha representado la manera de guardar la memoria de su esposo, quien murió hace diez años. “Desde entonces, yo me dediqué completamente a mis estudios”, añadió.

Juana Francisca Sándigo fue a su promoción del brazo de su nieto Kevin Ricardo Martínez.
LA PRENSA/CORTESÍA

Como parte de su gusto por las leyes, hace seis años que Sándigo accedió a ser facilitadora judicial en su barrio José Dolores Estrada y hace dos años que ejerce esa misma labor en las oficinas de la Policía Nacional de Camoapa.

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“Mi experiencia ha sido buenísima, porque me siento complacida de ayudarle a la gente, llega mucha gente que me necesita, hago las mediaciones a través de citas o por denuncia, ahí mismo, siempre orientadas por la policía y he conocido muchísimos casos”, relató.

Orgullosos de mamá

Según Karla Luz Fernández Sándigo, una de las hijas de la nueva abogada, la primera reacción ante el deseo de su madre fue apoyo incondicional.

“Cuando ella tomó la decisión, nosotros la apoyamos, porque así hemos sido como hijos, lo que está a nuestro alcance, moralmente y económicamente, nosotros la apoyamos”, comentó.

Fernández, quien radica en Panamá, destacó que su madre siempre ha sido una mujer luchadora, que no se da por vencida. Además de ser humilde y muy servicial, atributos que la han convertido en un personaje muy querido en la ciudad.

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“Nosotros estamos sin palabras, fue una emoción tan grande ver que ella logró coronar su carrera, pese a la edad y las enfermedades, ella logró su sueño”, concluyó.

“A los jóvenes les digo que no empiecen a estudiar de 70 años, que empiecen ahorita jóvenes, que tienen la oportunidad, para que gocen y disfruten y den mejor su servicio, no hay que desperdiciar su juventud”, Juana Francisca Sándigo Sándigo

 

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