Sergio David Morales Andrade fue condenado a 11 años de cárcel por lavado de dinero en perjuicio del Estado de Nicaragua. La orden la dio el juez José Alfredo Silva Chamorro, titular del Juzgado Quinto Distrito Penal de Juicio de Managua.
El judicial también impuso una multa de 540,000 dólares o su equivalente en córdobas. Esta es igual a 4.5 veces de lo que el procesado pretendió meter al país de forma clandestina.
Durante el juicio, su defensa insistió en que había “duda razonable” y contradicciones en lo dicho por los policías y peritos en el juicio.
Sin embargo, la Fiscalía dijo en sus alegatos finales que fue demostrado que el acusado trasladaba 120 mil dólares ocultos dentro de unas caletas artesanales en la cisterna que conducía desde Guatemala hacia Panamá.
“Es adicto”, dijo defensa
Durante el juicio la fiscal Geisel Reyes dijo que a la cisterna, al dinero y a los dorsales del procesado se les practicó la prueba para detectar droga y se les detectó presencia de cocaína y metanfetamina.
Al respecto, Medardo Trejos, defensa de Morales, dijo que su representado tenía cocaína en su cuerpo porque había consumido droga para mantenerse despierto y además es adicto. “Como no iba a salir la ropa pegada con droga si él consumió”, dijo Medardo en sus alegatos finales.
Al final del juicio el acusado tomó la palabra y pidió que fueran justos porque es papá de siete niños y su único defecto es ser consumidor de droga, pero no fue tomado en cuenta.
El acusado fue detenido el 3 de marzo en el puesto fronterizo El Espino en Madríz a eso de las 9 de la mañana, cuando entró a Nicaragua proveniente de Guatemala en el cabezal blanco placa costarricense C-163718, con la Cisterna placa S025858.