Mientras en el campo los productores lácteos continúan enfrentando la crisis que ha generado la caída del precio de la leche —provocada por la sobreproducción típica de la temporada lluviosa—, el principal mercado para el queso y otros derivados lácteos, anunció que a partir de septiembre endurecerá los controles para el ingreso de estos productos.
Y aunque las medidas anunciadas ya estaban incluidas en un protocolo firmado por las autoridades agropecuarias de El Salvador, Honduras y Nicaragua hace varios años, lo que le preocupa a los ganaderos locales es que se violen estos acuerdos.
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Hace dos semanas la Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES) aseguró que la saturación de productos lácteos de Nicaragua y Honduras en su mercado provocaba que sus socios perdieran diariamente el 40 por ciento de su producción, que equivaldría a unos 200 mil dólares diarios. Para frenar ese daño solicitó el cierre de las fronteras a dichos productos.
Como respuesta, el fin de semana el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de El Salvador anunció que “debido a la problemática que enfrenta el sector, como la baja en los precios, la importación de productos como quesillo, leche en polvo y concentrado de proteínas, entre otros”, se tomaron algunas medidas.
Y aunque el comunicado del MAG de El Salvador asegura que las nuevas normas “en ningún momento afectarán el libre comercio de productos”, en Nicaragua los ganaderos temen lo peor.
Las nuevas normas
Entre los cambios anunciados por las autoridades salvadoreñas se incluye la instalación de un nuevo sistema de muestreo en la frontera El Amatillo, que es por donde ingresa la mayor parte de productos provenientes de Nicaragua y Honduras.
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El MAG trabaja con el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) en la construcción de un laboratorio en el paso fronterizo de El Amatillo, para agilizar el ingreso de productos con mayor prontitud. Los exportadores nicaragüenses venían pidiendo esto desde hace varios años.
También a partir de septiembre los importadores tendrán que presentar certificados de análisis sanitarios y de libre venta, todos ellos oficiales. Además, los productos deben se producidos en plantas autorizadas por el MAG y por el país importador y deben contar con análisis que demuestren que están libres de microorganismos patógenos. Y deben cumplir con los requisitos de embalaje y etiquetado.
El MAG también anunció que prepara un proyecto de decreto con disposiciones especiales y transitorias para la importación, comercialización y “uso agroindustrial y semiagroindustrial” de leche en polvo”, con el fin de garantizar a la población el consumo de productos de buena calidad.
Analizan anuncio de las autoridades
El presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), Wilmer Fernández, evitó referirse al impacto que provocarán las nuevas medidas anunciadas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador, ya que están analizándolas junto con las cooperativas que exportan a ese mercado.
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Sin embargo, dijo que el sector espera que su aplicación no esté por encima sobre los acuerdos y protocolos preestablecidos, entre ellos la frecuencia del muestreo, que se acordó desde 2011.
“Porque si ellos establecen mecanismos adicionales estarían violentando los procedimientos”, dijo Fernández.
