Un aumento exagerado de la burocracia gubernamental integrada por 117 altos funcionarios, entre estos 20 asesores presidenciales con rango de ministros, resalta durante los primeros cien días del tercer período del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, que también tiene a cinco de sus hijos ocupando altos cargos en la administración del país.
Esto es parte del análisis realizado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), presentado este martes a propósito del 27 aniversario de fundación de ese organismo. En el mismo el Cenidh pone de ejemplo que uno de los 17 ministerios del país, el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuenta hasta con diez viceministros.
A su vez menciona que existen 16 institutos de los que dependen otras instituciones, con numeroso personal en diferentes rangos y denominaciones lo que contrasta con el cierre en marzo pasado de los consulados de Ciudad Quezada y Los Chiles, en Costa Rica, que ha dejado sin atención a más de cincuenta mil nicaragüenses que requieren atención de estas oficinas.
El director del Cenidh, Mauro Ampié, expresó que el informe refleja el acelerado proceso de concentración de poder, una continua demolición de la institucionalidad, de la reiterada violación de las leyes y del marcado irrespeto a los derechos humanos. Igualmente el continuismo y la confirmada tendencia a consolidar un estilo clientelista y de sometimiento.
“En consecuencia, la fallida elección del 6 de noviembre no proporcionó ninguna legitimidad a quienes fueron proclamados para ejercer el gobierno, con el agravante que ahora ya no se trata, simplemente, del continuismo de un gobernante en el cargo, sino del inicio de una inminente dinastía familiar”, refiere Ampié sobre el informe.
Recrudeció represión
Señaló Ampié que durante los primeros cien días del gobierno analizado por ese organismo “se recrudeció la represión y el carácter antidemocrático del gobierno, evidenciando el absoluto control de todas las instituciones del Estado, incluyendo al Ejército y a la Policía”.
Menciona que durante este período ocurrieron graves violaciones del derecho a la vida como el asesinato en El Tuma de Cairo Blandón Lemus y de su hija de quince meses Dayra Junieth Blandón Sánchez, “caso en el que no existe ninguna investigación que de forma convincente, esclarezca lo sucedido ni sanción para las autoridades policiales que lo cometieron”.
Y “contraviniendo la vocación de paz que declara nuestra Constitución, Ortega ha puesto a Nicaragua en el radar de la confrontación entre las grandes potencias con hechos tan visibles como la compra de tanques rusos, supuestamente para combatir el narcotráfico y la instalación de un potente sistema de monitoreo satelital”, afirmó Ampié.
A 27 años del Cenidh
“El día en que nos encuentren a otro lado, al lado de un gobierno violador de los derechos humanos, al lado de un gobierno autoritario, a un gobierno centralista, a un gobierno represor ese día ha claudicado y habrá terminado la lucha auténtica (del Cenidh)”, sostuvo la presidenta y fundadora del Cenidh, Vilma Núñez.
Durante el acto de celebración del 27 aniversario de fundación del Cenidh, Núñez historió lo que fue el inicio de esa organización y refirió que las situaciones han cambiado, pues mencionó “una Revolución traicionada, aspiraciones de conquistas revolucionarias definitivamente destruidas”, pero dijo coincidentemente durante su fundación, el Cenidh también enfrentó como principales obstáculos “la descalificación” y “la deslegitimación”.
2,600
casos de violaciones de derechos humanos tramitó el Cenidh durante 2016 e inicios del 2017. El porcentaje de comprobación de esa violaciones fue en un 75 por ciento, asegura Mauro Ampié, director de ese organismo.