El intérprete de Blurred Lines, Robin Thicke, se verá obligado a mantenerse alejado de su exesposa Paula Patton, luego que un juez de Los Ángeles emitiera una orden en contra del cantante al ser acusado de violencia doméstica.
Asimismo Patton solicitó la custodia completa del hijo de ambos, de 6 años. Aunque de momento la actriz de Misión Imposible es la que tiene la potestad del pequeño hasta que se realice el juicio, el próximo 24 de febrero, señala El País.
De acuerdo con un documento en manos de la corte donde se celebró el juicio, y que ha obtenido la revista People, Patton, de 41 años, solicitó la orden de alejamiento el pasado miércoles en la que pedía que su exesposo no pudiera acercarse a menos de noventa metros de ella, su madre y su hijo. “(Patton) tiene una aprehensión razonable sobre que su exesposo pueda infligirle alguna lesión física a ella y a su hijo”, escribió la abogada Larry Bakman en la solicitud.
Además de esta petición, la exesposa del cantante le acusó de abuso físico y emocional, de infidelidad y de adicción a las drogas y al alcohol.
Según la publicación de El País, la denuncia de Paula Patton, de 52 páginas, alega que Robin Thicke, de 39 años, “tiene un temperamento fuerte y puede ser volátil a veces”.
Asimismo, detalla una serie de episodios de abusos. En uno de ellos, sucedido en abril de 2013, la actriz explica que le observó teniendo un comportamiento inapropiado con su masajista: “Robin se enfureció tanto porque yo había interrumpido su masaje que tiró abajo la puerta cerrada con llave”. Un poco más abajo de la declaración se lee que “Robin se volvió físicamente violento conmigo. Me empujó y me pateó”.
El productor musical y su exesposa terminaron con su divorcio en 2015.
Tomado de El País