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Luis Sánchez Sancho

Ares, el dios malvado

Oliver Vanegas, lector de esta columna, me escribió a mediados de diciembre pasado para preguntarme sobre “la relación de padre e hijo entre Zeus y Ares” y acerca de cómo adquirir el libro de Robert Graves sobre mitología. Dice que ha tratado de descargarlo del internet pero no lo ha podido lograr.

Obviamente Oliver se refiere a la obra de Robert Graves (eminente mitólogo británico) en dos tomos, Los mitos griegos. En Nicaragua no sé si alguna librería los tenga a la venta, pero lo dudo. No obstante es posible comprarlos por internet, tanto en físico como en la versión electrónica de kindle.

Ares (dios de la guerra, la violencia, la brutalidad y la maldad) es en efecto hijo de Zeus y Hera. Así lo asegura Hesíodo quien describe en Teogonía la genealogía de los dioses griegos. Otros hijos de Zeus y Hera son Hebe, Ilitía, Éride y Hefesto.

Dice Hesíodo que Zeus, antes de casarse con Hera, tuvo seis matrimonios: Con Metis, diosa de la prudencia; con Temis, diosa de la justicia; con Deméter,  Mnemosine, Eurínome y Leto. Hasta que convenció a Hera que se casase con él después de enamorarla durante trescientos años.

Pero antiguos poetas latinos contaron otra versión del nacimiento de Ares, al que llamaban Marte. Según la versión latina,  Hera (Juno en la mitología romana) fue madre de Ares sin tener  relación sexual con ningún  hombre.

Hera habría sentido envidia de que Zeus hiciera nacer a Atenea de su cabeza, no del vientre de una mujer. Sin embargo, a pesar de ser una diosa Hera no sabía cómo tener un hijo sin la participación de su marido u otro varón.

En busca de solución al problema Hera viaja al lejano Oriente. Después de mucho caminar se siente fatigada y decide descansar en un hermoso campo florido, cercano a un templo de Cloris (Flora para los romanos), quien es la diosa de las flores y de los jardines y símbolo del permanente renacer de la vegetación.

Al saber que Hera estaba cerca de su templo Cloris sale para saludarla y le pregunta cuál es el motivo de su largo y fatigoso viaje. Al saberlo Cloris dice a Hera que vaya al Campo de Oleno —uno de los jardines maravillosos consagrados a la diosa de las flores—, que corte allí la flor más hermosa que encuentre y la ponga en su regazo. Así se cumpliría su deseo de concebir y alumbrar un hijo sin la intervención de ningún varón divino o mortal.

Siguiendo el consejo Hera va al Campo de Oleno y en efecto ve allí una flor más hermosa que todas las demás, la corta y pone en su regazo y entonces acontece la maravilla de que la flor se transforma en un hermoso bebé que fue llamado Ares (“guerrero”) por su sorprendida madre.

Algunos estudiosos de los mitos dice que seguramente aquella hermosa flor del Campo de Oleno era Zeus, quien adquirió esa forma para engañar a Hera y poseerla sexualmente cuando ella lo puso en su regazo.

Ares fue educado por los titanes que le enseñaron sobre todo el arte y los secretos de la guerra, que hasta entonces nadie conocía. Dice el mitólogo francés Juan Humbert, que antes de Ares los hombres luchaban de manera primitiva y desordenada, armados únicamente  con piedras y garrotes. Ares creó las armas de guerra, como espadas, puñales, picas, mazas, escudos y yelmos. Y además estableció  las reglas del ataque y la defensa,  creando así el arte de la  estrategia y tácticas de la guerra.

Ares se hacía acompañar por Eris (la Discordia) para instigar conflictos entre los hombres y provocar las guerras que desde entonces causan desgracias a la humanidad.

Por su maldad Ares era el único dios que la gente  odiaba y temía. Y era despreciado por los demás dioses, salvo Afrodita, quien por alguna misteriosa razón se enamoró de él y fue su amante, siendo infiel a su esposo Hefesto.

Opinión Ares Mitología Zeus archivo

COMENTARIOS

  1. Edmund Dantes
    Hace 7 años

    Puedo apreciar estos articulos de Luis Sanchez en su valor cultural. Sin embargo, me es un misterio envuelto en un enigma, determinar cual es su relevancia dentro de la realidad dramatica de Nicaragua ?

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