Everth Cabrera recién cumplió los 30 años de edad, pero se siente como cuando tenía 16 y estaba hambriento de una oportunidad. Está saliendo de las tinieblas y quiere regresar al paraíso beisbolero. Siente que todavía puede y asegura que nadie va a pararlo en su intento. Su determinación ha sido una de sus mayores fortalezas en su carrera. Ya subió la montaña una vez y está listo para sacrificarse de nuevo.
Cabrera se ve bien como jugador y persona. Cada día batalla por no recaer y la experiencia es su gran aliada
, al punto que considerada que puede volver al pico de su carrera y hacerlo todavía mejor que antes.
“Ahora es mi mejor momento como bateador. No he perdido el ojo, ni la velocidad de swing, y tengo la experiencia para hacer los ajustes y más conocimientos para hacer las correcciones y saber lo que está mal”, asegura el nandaimeño de 450 hits en 510 juegos en las Grandes Ligas.
“La verdad es que por dentro siento que estoy atravesando uno de mis mejores momentos, tanto física como mentalmente, evaluando las situaciones de juego, administrando de mejor manera mi cuerpo y todo ese tipo de cosas que con el tiempo se van aprendiendo. Me siento muy contento y con la motivación de seguir luchando por volver al mejor beisbol del mundo”, afirmó el único short stop nica en la historia de la MLB.
“Me siento cerca del mejor Cabrera. Estoy haciendo buenos contactos con la pelota, defendiendo bien, aplicando bien los fundamentos en las situaciones del juego, estoy bastante enfocado, siempre jugando agresivo y sigo mejorando en algunos detalles”, aseguró el campeón robador de la Liga Nacional en 2012 con San Diego.
Sin dudas, la experiencia acumulada es una gran aliada para el nica, pero también las habilidades van apagándose, no son eternas. Sin embargo, Cabrera considera que sus principales activos: velocidad, brazo y defensa, siguen al cien.
“La velocidad no se ha ido, me siento muy bien de las piernas. Las he probado en algunas ocasiones y me siento explosivo”, valoró.
Dos equipos interesados
Con siete años de experiencia en las Mayores, Cabrera tiene sólidas esperanzas que una organización de las Grandes Ligas le dé un chance.
“Espero que sea lo que Dios quiera. Me gustaría una invitación al spring training. Hay posibilidades con Washington y los White Sox. Están interesados y mi abogado está gestionando eso. En México tengo una puerta abierta por si no se concreta nada en los Estados Unidos y de ahí puedo saltar a otra liga de más nivel como las de Japón, Corea o Taiwán. Todavía soy joven y mientras esté saludable, sé que puedo lograrlo”, dijo el mismo pelotero que cuando chavalo nadie quería firmarlo y contra todo pronóstico llegó a las Grandes Ligas.
Nunca es tarde
Everth Cabrera no es el primero, ni será el último jugador que se da cuenta que en su juventud no escuchó consejos.
“Ahora me doy cuenta que dejar los vicios es el mejor ajuste que he hecho en mi vida y mi carrera. El talento siempre lo he tenido, pero me cuidaba poco porque de joven a uno le cuesta entender eso”.
