La resolución del Consejo Supremo Electoral (CSE), sobre la no permanencia en Asamblea Nacional de diputados del Partido Liberal Independiente (PLI) para el período para el cual fueron electos, evidencia que esa institución «es instrumento» del proyecto personal del presidente inconstitucional Daniel Ortega, sostuvo el director ejecutivo del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Mauro Ampié.
El defensor de derechos humanos considera que la actuación del CSE está reñida con la ley aún con las reformas constitucionales y viola los derechos humanos de los diputados y de sus electores.
El director del Cenidh refirió que esto evidencia también el desprecio del gobierno a la voluntad popular que se expresó en las elecciones de 2011.
Y atenta contra la pluralidad establecida en la Constitución de la República.
«Esta decisión del Consejo Supremo Electoral no es legítima, no es justa» y, es parte de otras acciones adoptadas anteriormente en el seno de la Asamblea Nacional, como destitución ilegal de Brooklyn Rivera, de Agustín Jarquín y de Xochilt Ocampo, «son distintos casos que nos evidencian que las disidencias ameritan represalias», sostuvo Ampié.
Ampié señaló que esto denota además que a lo que orientas estas acciones es la salida anticipada de diputados propietarios y suplentes y esto representa un paso más en la instauración de un régimen por un partido único con las consecuencias que tiene en los derechos políticos y en general de los derechos humanos de los nicaragüenses