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Francisca Ramírez Torres, lideresa de la lucha anticanal. LAPRENSA/ Jorge Torres.

Francisca Ramírez Torres, lideresa de la lucha anticanal. LAPRENSA/ Jorge Torres.

Francisca Ramírez: “A mí no me han quitado los huevos”

Doña Francisca Ramírez, lideresa de la lucha anticanal, habla sobre el aislamiento que viven en Nueva Guinea, el acoso policial a locales y extranjeros y cómo se han para cuidarse unos a otros.

Horas antes de partir desde el Mercado Mayoreo, en Managua, hasta La Fonseca, Nueva Guinea, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, doña Francisca Ramírez ya había recibido alertas de que había policías registrando los buses e interrogando a todos, porque ya sabían de su viaje.

Recientemente fue detenida junto con otros tres líderes de la lucha anticanal y seis extranjeros integrantes de la Caravana Mesoamericana Para el Buen Vivir, por “manipulación de sustancias explosivas sin ninguna autorización policial”, según la Policía Nacional, luego de que ocurriera un leve accidente con residuos de gasolina en su casa, mientras construían una cocina artesanal. Los líderes fueron liberados y, después de protestar, los extranjeros fueron expulsados del país.

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Aunque le esperaban casi ocho horas de viaje, se sentó a hablar con Revista Domingo sobre el acoso y el aislamiento que sufren los habitantes de su comunidad, sobre las elecciones, sus aspiraciones políticas, sobre la organización de su movimiento y su reciente detención en La Fonseca.

¿Cómo se pusieron en contacto estos muchachos ambientalistas con ustedes?
El día de la exposición (fotográfica de la lucha anticanal por los tres años de la Ley 840) ahí en Hispamer. Ahí los conocí yo. Nos dijeron que nos querían capacitar para que nosotros comenzáramos a cuidar el medioambiente. Ellos estaban interesados por que aprendiéramos que no debíamos de contaminar, porque vivimos en una zona productiva. Nos contaron un poco sobre lo que sabían hacer y nos pusimos de acuerdo, que del 22 al 30 (de junio) ellos nos iban a capacitar sobre cómo hacer una cocina que no ocupara mucha leña o de cómo hacer de una bicicleta una licuadora… muchas cosas que en la comunidad mirábamos necesarias: cómo hacer abono orgánico, medicina de plantas, a todos los campesinos que vinimos a la exposición.

¿Y la “explosión” cómo se dio exactamente?
Es que ahí no hubo ninguna explosión. Yo estaba a unas 15 varas de donde pasó y no me daba ni cuenta. “Pasó un accidente”, me dijeron. “Un muchacho se quemó”. No hubo ninguna explosión que sonó ni nada. En la comunidad recogimos para comprar dos barriles para hacer la cocina. Resultó que los barriles estaban con las tapas, entonces los iba a trozar con un metabo, una cosa que troza hierro, pero el muchacho dijo: “Como es eléctrico pueda ser que agarre fuego porque hiede a gasolina”. Agarró la esquinita de un cuaderno y la prendió con un fósforo, pero pasó un trayectito y no se prendió ni nada. Cuando se agachó a ver por el tapón la llama sale y a él se le quema la camisa.

¿No hizo ruido?
No. Yo no escuché ninguno. Más bien cuando yo regresé me dijeron “hubo un accidente”, pero no explotó nada. No hubo explosión.

¿Y lo que estaban haciendo no requería de ninguna medida de seguridad o protección?
No. Absolutamente. Todo fue leve.

¿Y cómo se enteró la Policía si no fue algo sonoro?
Es que no se enteró. Ellos tenían un plan preparado. Eso pasó a las 11:00 de la mañana y a las 7:00 habían llegado a catear la casa donde estaban dormidos ellos. Los hicieron caminar como cinco cuadras hasta la buseta donde tenían los pasaportes. A mí ya me había dicho el comisionado (Francisco) Huerta que en la tarde nos íbamos a ver. Ya había una amenaza. No sé qué estaban preparando ellos, pero estaban preparando algo y se dio el motivo para que llegaran.

¿El comisionado fue a su casa? ¿La llamó por teléfono?
No. Cuando a ellos los llevaron a las cinco cuadras yo le dije que por qué, que me enseñara la orden de cateo, porque la casa era privada. Él nos dijo que no le interesaba nada, que no estaba para escuchar a nadie y que él podía hacer lo que quisiera en el pueblo. Que nadie podía reclamar nada.

¿A usted es la primera vez que la detienen?
Que me detienen y me llevan a una estación policial sí. Pero el 27 de octubre el mismo comisionado Huerta me puso una pistola enfrente y me amenazó, solo porque íbamos protestando y yo venía adelante en la protesta. He sido amenazada siempre. Mi casa ha sido cateada y tengo orden de captura, como si fuera una delincuente.

¿Estuvo en una celda?
En una oficina me encerraron cuidada por una mujer y un hombre.

¿La interrogaron?
Me interrogaron, me quitaron los teléfonos y me dijeron que ahí se me quitaba la libertad, que yo ya no era libre y que era la Policía la que iba a tomar las decisiones.

¿Fue violento o pacífico?
Al principio fue violento. Ese mismo comisionado Huerta les dijo: “Lleven a esa vieja, que aquí se le quitaron los huevos”. Yo le respondí: “A mí no me han quitado los huevos. Me tendrás que matar”. Después de una hora de tenerme encerrada llegó otro comisionado, Rocha, y me dijo: “Francisca, te voy a dar el teléfono, llamá a las comunidades porque la gente está indignada. Decí que ya te vamos a sacar, que solo estábamos investigando”.

Ya me ha mencionado tres veces al comisionado Huerta… ¿recibe acoso por parte de él?
Claro. Y lo hemos recibido todos. Él camina de civil, según dice es de Inteligencia, nunca se identifica como que es policía, nadie sabe exactamente cómo se llama. La Policía cuando nos ve nos vuelve a ver mal, nos ven como un peligro para la sociedad.

¿Cree que ya la Policía cruzó una línea?
Sí. Ya es más fuerte. Pero eso no me entristece, sino que me da más fuerza. En el país hay gente que no está de acuerdo y nosotros no tenemos la culpa de protestar. La derogación de la Ley es lo único que pedimos.

¿Correrán más peligro a partir de esto?
Peligro y amenazas hemos corrido siempre. Lo que hoy sí hacemos es responsable al Gobierno de cualquier cosa le pase a un campesino y queda claro con la actitud de él. ¿Dónde están los derechos de nosotros?

¿Qué tan fuerte es el acoso policial que sufren en La Fonseca?
No podemos salir a marchar, no podemos protestar, no podemos salir a buscar remedios, no podemos ir a denunciar que nos están robando ganado. Nadie nos puede visitar. Si usted llega y ya la ven que está platicando con una persona o entra en un vehículo es perseguida como si estuviéramos en una zona aislada.

¿Y ustedes toman medidas?
Sí. Estamos organizados y lo demostramos ahorita porque la Policía nos detuvo mientras iba a sacar la buseta, que era de los muchachos, y el pueblo le dijo: “Un momento, ustedes no se llevan esa buseta porque ustedes cualquier cosa le van a poner y van a salir diciendo que estaban en otra cosa”. Esto nos da más fuerza y nos está avivando para organizarnos mejor. Nos hemos encomendado al Altísimo y cuidarnos unos a otros.

De hecho usted decía que cuando la camioneta de la Policía iba para su casa alguien le avisó y le dijo que seguro iban por ustedes…
Sí, sí. Tal vez como a unos 15 kilómetros nos dijeron: “Va una móvil llenita de Policías, a lo mejor irán por ustedes, porque son a los que persiguen. Pero nosotros no creíamos, porque no sentíamos que estábamos haciendo nada malo.

Pero ¿quienes le avisaron es gente que está organizada en el movimiento?
Sí. Ellos están pendientes de la movilización de la Policía. Están claros de que nos mandan policías de civil a las reuniones que hacemos.

¿Entonces tienen gente en ciertos puntos que vigila la actividad de la Policía?
Sí. Cualquier persona sospechosa que la gente vea ellos están pendientes de los movimientos que hagan.

¿Y en esto solo participa gente del movimiento?
No. Toda la comunidad está pendiente. Toda la comunidad está en contra de la actitud del Gobierno.

¿En la comunidad no hay alguien que se oponga a su lucha?
No. Más que dos o tres CPC de la comunidad. De ahí todas las personas están con nosotros.

¿Cuántas personas están organizadas en el movimiento?
Son miles.

¿No llevan un conteo exacto?
No, porque cada día crece más y no tenemos. Ahí no hay jefe. Todos somos jefes, todos decidimos, todos hacemos diálogo.

¿No hay, digamos, personas designadas especialmente a seguridad o vigilancia?
No, porque todo lo que trabajamos lo ocupamos para pagar: pasajes, comida. Cuando salimos nadie nos dona. Lo que trabajamos y cosechamos es para la lucha.

¿Y tienen armas para defenderse?
Solo la Constitución Política de Nicaragua.

Al principio me hablaba de que en la comunidad miraban necesario lo que les iban a enseñar los ambientalistas y me habla hasta de medicinas ¿tienen este tipo de carencias?
Claro. No hay medicinas. En los hospitales solo nos dan ibuprofeno, que no cura ninguna enfermedad y la gente padece mucho de infección renal, problemas del hígado y en los hospitales no los resuelven. Las escuelas están destruidas, los caminos los tenemos destruidos, la producción se ha caído. Hemos dejado de trabajar por andar protestando, pidiéndole, suplicándole al Gobierno que nos derogue la Ley.

Francisca Ramírez Torres, lideresa de la lucha anticanal. LAPRENSA/Jorge Torres.
Francisca Ramírez Torres, lideresa de la lucha anticanal. LAPRENSA/Jorge Torres.

¿En qué más les ha afectado la lucha?
Antes nos poníamos de acuerdo los padres, reparábamos las escuelas, los caminos, había un poco más de apoyo de los presidentes, pero desde que ya empezamos a protestar se han aislado todos los proyectos de las comunidades de nosotros. Es tan grave que nosotros nos vemos en una zona donde no podemos tener roce social con nadie, como si fuera una zona ajena. El Gobierno nos está demostrando que nadie puede acercarse a nosotros. Ya somos personas aisladas, como que no tenemos derecho a ser nicaragüenses, que no tenemos derecho de hablar con nadie.

¿A la comunidad no llega ninguna clase de proyecto?
Estamos solos. No tenemos apoyo de nadie, las organizaciones que se quieren solidarizar con nosotros siempre son sacadas de esta manera, personas que quieren saber de la realidad que estamos viviendo son humilladas. Y no solo a los extranjeros, porque el 19 de octubre, que nosotros queríamos solidarizarnos con la gente del norte dándoles alimentación porque veíamos la necesidad, también fueron quitados los ochocientos quintales de comida y no pudimos dárselos a ellos.

¿Tuvieron experiencias similares con gente que ha querido ayudarlos a ustedes?
Sí. Hacía 15 días íbamos con un muchacho periodista y lo bajaron, le quitaron sus cosas, le desabrocharon el pantalón y nos dijeron que lo iban a sacar del país porque no era nicaragüense, pero luchando logramos que lo dejaran. Y ocho días antes de lo que nos pasó también venía don Pedro Mena con otro periodista y fueron requisados como si fueran los narcotraficantes más grandes. Lo desapareció al muchacho una gente de civil, pero como a la hora lo liberaron. Nadie que sea extranjero o que no sea de la zona puede entrar. Ya están amenazados.

Y a todo esto ¿usted sí cree que se construya el Canal Interoceánico?
Tengo muchas dudas. Pero sí creo que nos quieren robar nuestras tierras, porque ya tenemos ejemplos en este país. Cuántas personas fueron despojadas por la hidroeléctrica que se iba a hacer (Tumarín); no se construyó, pero las tierras ya tienen dueño. Eso nos preocupa.

¿Cree que sea solo una estrategia para quitarle sus tierras?
Así lo vemos nosotros. No vemos un Canal, no vemos que sea un progreso, no vemos que sea un proyecto de nación, porque en un proyecto de nación consultan y piden la opinión de la gente. Y vemos que para el Gobierno cualquier persona que no está de acuerdo con el Canal es enemigo de él y es perseguido hasta donde hemos sido perseguidos nosotros.

¿Ustedes creen que el movimiento representa un peligro para Daniel Ortega?
No sé si él siente que somos un peligro. Pero hemos dicho siempre que si él no escucha al pueblo, pues tampoco va a tener paz. Le hemos pedido, le hemos suplicado con palabras. Estamos esperando que dicte sentencia a favor de nosotros, pero si no nos escucha ya no vamos a pedirle, vamos a exigir. Vamos a ser más fuertes.
¿A qué se refiere con ser más fuertes?
A que vamos a hacer paros.

¿Qué tan involucrada está usted en la política?
Absolutamente nada. No estoy interesada. Siento que tres sectores tienen la culpa de las desgracias que estamos pasando: el presidente de la República, los políticos cómplices y la Policía actual, que nos reprime. Nos están matando a pellizcos. Si los políticos de oposición hubieran expuesto una iniciativa, por muy pocos que había, hubieran puesto un interés de que aman a Nicaragua. Ya tenemos tres años de lucha y yo no he visto a ningún diputado de la oposición que haya hecho una iniciativa y la haya metido a la Asamblea Nacional. Nos sentimos resentidos con esos tres sectores.

¿Y cómo ve el panorama electoral este año?
En mi comunidad unas veinte personas se fueron a verificar. Yo creo que ya no somos los mismos nicaragüenses tontos que nos utilizaban. Ya la gente no quiere que sigan jugando con su dignidad. Si votamos por uno nos voltea la espalda, si votamos por el otro hace lo que quiere sin consultar con el pueblo. Ya no se siente uno que es valioso para alguien que uno decide que le simpatiza. El Comandante Ortega siente que Nicaragua es una propiedad de él.

¿Usted no comulga entonces con ningún partido político?
Ni deseo, porque ya estoy bien clara que lo que nos queda es organizarnos. Y que el pueblo defienda al pueblo.

¿Usted se considera una figura política?
No. Me considero una defensora de los derechos humanos, porque hay tantas personas que no pueden hablar y tenemos que hablar por ellas.

¿No piensa en ningún cargo público ahorita o en el futuro?
No. Yo lo que quiero es un día saber que mi país es mío, que mi patria es libre y que aquí no va a venir ningún extranjero a menoscabar nuestros derechos. Y sentir que ya mis últimos días y mis últimos años los voy a vivir en paz, porque yo he trabajado día y noche sin ver horario pensando en mi vejez y en tener qué comer.

¿Hay partidos que le hayan ofrecido alguna candidatura?
En algunas ocasiones sí, pero como no estoy interesada… No les he puesto mente.

¿Cuáles?
La mayoría. Me han llamado, me buscan, pero como a mí no me interesa un cargo público nunca he tenido relaciones o pláticas con ellos. Ellos me llaman y yo les digo: “Ustedes son políticos, organícense como políticos, nosotros estamos organizados por las violaciones a nuestros derechos. No les perjudicamos en nada a ustedes porque no estamos para hacer competencia ni para hacer un partido, no estamos interesados en la política… despreocúpense”. Eso les contesto cuando ellos me llaman.

¿Son partidos de oposición?
Que dicen ser oposición.

¿Hablamos del PLI…? Por ejemplo.
Del PLI, el PLC, los movimientos que han salido siempre han llamado para que unamos luchas. Pero ellos son políticos y nosotros un movimiento social, un movimiento popular.

¿Y va a votar?
Pues no me fui a verificar… creo que no voy a aparecer. No he pensado en las votaciones.

 

Plano personal

Francisca Ramírez Torres nació en 1976 en La Fonseca, Nueva Guinea, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.

Siempre le gusta recordar que nació en octubre, el mes número 10 del año, el día 10, a las 10:00 de la mañana.

Estudió hasta tercer grado.

A los 8 años su papá la abandonó, su mamá trabajaba de empleada doméstica y se hizo cargo de sus cinco hermanos.

Está casada con Migdonio López Chamorro desde los 18 años y cuidan a nueve hijos.

Es evangélica.

Se dedica a la agricultura, a trabajar en su finca, al transporte de camiones y tiene pulperías.

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COMENTARIOS

  1. Tlae
    Hace 8 años

    Mi admiración a esta señora que lucha por sus tierras y representa a todos los sin voz!! Yo voy a estar orando por usted,para su protección ,y que siga con esa misma fortaleza !!Si Dios está con usted,quien estará contra usted ??

  2. el loco
    Hace 8 años

    Eduarditooo si la señora ha logrado un nivel económico como campesina que es y en la condición social que le ha tocado vivir es porque ha sabido trabajar, y duro. O crees que lo que tiene le cayó del cielo cuando estaba acostada en una hamaca? La señora es digna de admiración. Eduardito escondé un poco la envidia

  3. cqnicarao
    Hace 8 años

    De hecho hay situaciones peores que en nueva guinea, en zelaya norte los indigenas mayangnas y miskitos perecen luchando por sus tierras que los colonos ha ido a usurpar y acaba de destruir todo bosawas quien tiene la culpa? el gobierno de nicaragua, este tiempo presagia guerra civil en todo el atlantico, no hay elecciones, solo en el pacifico se ve mucha inestabilidad politica, debe haber un cambio pronto.

  4. Feminazis
    Hace 8 años

    Evangélica, sin preparación escolar y abandonada. ¿Cómo se supone que está persona va a impedir la construcción del canal? En lugar de recibir dinero de Montealegre para oponerse, debería de buscar un trabajo, o algo mejor, largarse del país.

  5. Mario
    Hace 8 años

    Si, solidiradidad es lo que se requiere, despues de Somoza este gobierno es el mas corrupto que he conocido.

  6. Edmund Dantes
    Hace 8 años

    Es esta una nicaraguense admirable. No solo no tuvo oportunidad de educarse por las buenas, pero la vida le enseño suficiente sobre el significado de Democracia, Ciudadania y Civismo, que son los tres pilares legitimos y verdaderos sobre los cuales construir un pais. Debieramos apoyarles incondicionalmente con todos los medios posibles. El hecho que no tienen jefe, sino todos son jefes es tacticamente extraordinario. Animo a darles apoyo y que ellos hagan su propio camino sin que nadie los quiera manipular.

  7. Eduardo
    Hace 8 años

    Camiones y pulperías?
    Poderoso caballero Don Dinero.

  8. Ricardo Barreto
    Hace 8 años

    Que Diosito la cuide y la haga invisible a estos piricuacos asesinos al mando de la familia Ortega-Murillo. Siga siendo un ejemplo de unión y de valentía, algo que carecemos los del Pacífico, lo que nos abunda es el miedo, el servilismo, la envidia, el egoismo y el deseo de ser sobornado. VIVA DOÑA FRANCISCA LIBRE.

  9. Hace 8 años

    Solidaridad con los que sufren la represión y los embates de la DICTADURA! Se repite la sombria historia de la decada perdida!

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