La Selección de Futbol es un combinado que ha perdido los complejos futbolísticos, pero que en ese proceso de crecimiento aún no sabe cómo abordar las diferentes situaciones del juego para evitar ser víctima de su falta de historia futbolística, esa que muchas veces salva a conjuntos como El Salvador que empató 1-1 con un penalti cuestionado al igual que el no marcado a favor de los nacionales en el primer tiempo.
A veces los criterios de los árbitros distan en función del adversario de turno; si es pequeño una falta dudosa mejor no se marca porque es olvidada, si tiene linaje ante la duda se decreta porque no hacerlo pesa y tiene menor ruido fallar ante las selecciones que significan poco en el concierto internacional, como la Azul y Blanco.
Si penalti fue el contacto de Maykel Montiel sobre Dustin Corea, cobrado por Jorge Morán (65’), también pudo sancionarse de la misma forma la falta del portero Henry Hernández sobre Daniel Reyes, previo al gol de tiro libre de Luis Fernando Copete (27), lo mejor del combinado pinolero por la entrega y seguridad defensiva.
En la marcha Montiel trabó a Corea, quien inteligentemente se tiró al césped, por inercia de la misma acción, sin embargo Dávila interpretó intención algo que no consideró en la jugada de Reyes en la cual dudó y decidió señalar el saque de meta discretamente.
El precio por salir del anonimato, como lo intenta la Selección de Futbol, se paga caro cuando no se crean las jugadas suficientes para conseguirlo, algo que necesitó anoche para ese anhelado éxito.
PILARES
El portero Diedrich Téllez ofrece garantías a la Selección. Atento y seguro en cada intervención como la acertada salida que realizó en el primer tiempo para arrebatarle el balón a Jonathan Jiménez, la única acción de peligro del rival.
A pesar de que no está jugando, Luis Fernando Copete no presenta falta de ritmo. El defensor pinolero fue lo más destacado del equipo.