El crecimiento de Carlos Chavarría es constante. Ya es uno más de esa competitiva plantilla del Real Estelí, el equipo que supo llevarlo etapa por etapa en su desarrollo hasta convertirlo en un referencia de la institución, la joya de su corona.
Con mucho camino por recorrer, Chavarría se desplaza como un jugador experimentado. Nada le hace bajar revoluciones. Su futbol lo expone en cualquier escenario y en el actual Torneo de Apertura de Primera División su desarrollo se va notando en cada cancha en la que aparece.
El pasado miércoles, el jugador esteliano dejó constancia de que ya es indiscutible en el Estelí, aunque en la Selección Nacional de Futbol nadie duda de esa condición. En el flanco izquierdo de la ofensiva norteña, Chavarría fue el punto de inflexión de los estelianos.
El aporte de Chavarría va más allá de sus desbordes con los que desequilibra a la defensiva rival. El miércoles, en la victoria 2-0 sobre la UNAN Managua, el habilidoso delantero del Estelí anotó el último tanto del encuentro y el quinto de su cuenta personal en este torneo.
Los cinco goles, uno menos de los que hizo en el torneo anterior, en 12 jornadas del Torneo Apertura, reflejan el establecimiento futbolístico de Chavarría, un jugador más dinámico en su juego y decisivo en las acciones ofensivas.
Con espacio Chavarría es letal, su verticalidad en dirección al área rival lo hace complicado de defender, porque conduce el esférico con una buena técnica que le facilita maniobrar. Ahora también es más notable en sus movimientos sin balón. Acompaña las jugadas con prontitud e intuición. En su último tanto lo demostró al desprenderse en ofensiva, apareció por el centro y el momento justo reafirmó que está en constante evolución.
Ver en la versión impresa las páginas: 9 B