Belén Cardenal es una cantante nicaragüense a quien le gusta reír. Es romántica y no puede resistirse a la tortilla con quesillo y gallopinto. Sus hijos le sacan una sonrisa automática y su apodo es “Chela”.
¿Qué le pone nerviosa?
Antes de cantar me pongo muy nerviosa. Nunca me voy a acostumbrar.
¿Tiene alguna fobia?
A las cucarachas. Las detesto, me vuelven loca, me hacen perder la cordura.
¿Qué quería ser cuando estaba pequeña?
Quería ser abogada… y luego músico. No sé qué me entró por querer ser abogada, pero se me quitó rápido eso (ríe).
¿Tiene mascotas?
Sí, tengo una gatita. Se llama Luna.
¿Su mayor reto?
Sacar adelante mi carrera de cantante, a mis hijos y a mi empresa.
¿Qué la hace enojar?
El noventa por ciento de las cosas (carcajada), las malas actitudes de la gente, la injusticia, la malacrianza.
¿Su mayor tentación?
El dulce.
¿A qué comida no se resiste?
A la tortilla con quesillo y gallopinto.
¿Cuánto tiempo se tarda arreglándose?
Depende. Si voy a trabajar tres minutos… si voy a algo más elegante, pues ya me tardo mi poquito. Como no tengo pelo es rápido (carcajada).
¿Cómo le va en el amor?
Pues no tengo pareja… pero yo estoy bien conmigo.
¿Cuál fue la primera canción que aprendió en la guitarra?
Una jincha (ríe). Fue el Rancho Grande, estaba en tercer grado.
Si mañana se despertara con una cualidad nueva ¿Cuál sería?
Ser doctora y salvar vidas. Me encanta.
¿Qué tan buena es cocinando?
Cocino bien, hago de todo. Preparo unos tostones de muerte lenta.
¿Un apodo?
“Chela”.
¿Qué es lo más difícil que ha vivido?
La muerte de mis seres queridos, mi papá, mi hermano, mi abuela y la de mi mejor amigo.
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