Ante la falta de respuesta de las autoridades policiales sobre los presos en El Tule y Rivas, funcionarios del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh),encabezados por su presidenta, Vilma Núñez, intentaron hablar con la primera dama Rosario Murillo pero no fueron atendidos.
Núñez confirmó a LA PRENSA tras retirarse del lugar, que durante una hora esperaron sentados en la sala de recepción de la Secretaría del FSLN y lugar de residencia de la familia Ortega Murillo, pero nadie los recibió.
Aparentemente una novatada de los oficiales en los retenes permitió a Núñez y su equipo ingresar hasta el interior, pues estos observaron cuando el uniformado recibió una reprimenda telefónica cuando notificó quienes eran los visitantes.
En ese momento la respuesta fue sacar la técnica canina para que inspeccionara la camioneta en que se movilizaban los funcionarios del Cenidh.
Núñez explicó que buscó hablar con Murillo consciente de que es “el poder de facto”, y en estos momentos lo único que le interesa “es salvar la vida” de los detenidos.
Ante la negativa de Murillo de hablar con Núñez, esta le dejó su número telefónico para que si decide hacerlo, la llame como lo hizo otras veces cuando la necesitó. Aunque no lo dijo Núñez, en clara alusión al caso Zoilamérica.
Por otra parte, LA PRENSA conoció que la Policía presionó al secretario ejecutivo de la CPDH, Marcos Carmona, a suspender una reunión con diputados opositores y con Ana Margarita Vijil, presidenta del Movimiento Renovador Sandinista o de lo contrario no le entregarían a los otros presos. Los diputados optaron por retirarse.