ARRIAGA, México/AP
Policías enmascarados y agentes migratorios comenzaron hace dos semanas operativos en Arriaga, en México, para impedir que migrantes suban al tren de carga conocido como “La Bestia”, lo que ha comenzado a forzar a centroamericanos a internarse hacia zonas selváticas y boscosas para huir ante el temor de ser detenidos y deportados.
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El coordinador federal para asuntos migratorios de la frontera sur, Humberto Mayans, dijo que los migrantes han sido bajados “respetando su dignidad, con todo respeto de los derechos humanos”, y que se busca protegerlos, pero migrantes consideran que los lleva a enfrentar más peligros al tener que buscar lugares inseguros para intentar subir al tren cuando, por ejemplo, pasa por alguna curva y bajan la velocidad.
“Es mentira, nos hace más inseguros”, dijo Manuel Villalta, un migrante de 31 años de El Salvador, quien busca regresar a la empacadora de carne donde trabajó alguna vez en Estados Unidos. “Mira cómo andamos, en el monte, tomando agua que puede estar infestada”, añadió.
Hace algunas semanas, los inmigrantes habrían podido esperar en algún albergue en Arriaga, desde donde parte una de las rutas de “La Bestia” hacia el norte de México.
“Muchas veces vienen los federales encapuchados y como siete vans (camionetas) de migración”, dijo Luis Fernández Martínez, de 20 años, y un desempleado que vive en Arriaga y agregó que casi es detenido también por esas mismas autoridades. “Vienen buscando cualquier persona que tiene tatuajes”, expresó mientras señalaba un pequeño tatuaje que tiene en su cadera.
Villalta dijo que él saltará al tren en movimiento cuando baje la velocidad en una curva, una acción más peligrosa que hacerlo cuando está detenido, como en Arriaga, antes de que saliera y en donde decenas o cientos de personas podían verse algunos días en los techos de los vagones del ferrocarril.
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