EFE
Boas, ranas, tortugas y hasta tarántulas son algunos de los animales exóticos que exporta Nicaragua en un intento por explotar una industria tan rara como las mascotas que vende y que está condicionada por restricciones locales e internacionales.
Bélgica, Canadá, España, Estados Unidos, Holanda y Francia son los países que más compran animales exóticos a Nicaragua.
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Nicaragua tuvo en el 2013 una merma del 29 por ciento en sus exportaciones de animales exóticos, que le reportaron 150,000 dólares, según el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), que además da cuenta de que en los primeros cuatro meses de este año las ventas sumaron 55,454 dólares.
La merma en las ventas del sector se deben a las restricciones impuestas por mecanismos como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), de la que Nicaragua es firmante.
A eso se suma que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) tampoco permite exportar especies cuya población no haya sido objeto de estudio.
Nicaragua no puede comercializar siete especies de reptiles, ocho de aves y 12 de mamíferos, porque pertenecen al “Apéndice I” de CITES, es decir, que su comercio está prohibido en todo el mundo.
Entre las especies nicaragüenses prohibidas están el lagarto (crocodrylus acutus), las tortugas marinas, lapas (guacamayas), tigres, monos, pumas (jaguar), leoncillo, delfines y águilas, todas en peligro de extinción.
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