Gloria Picón Duarte
Después de las 12:00 del mediodía, cuando la sesión parlamentaria finalizó, el ingeniero Agustín Jarquín Anaya y los diputados de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) se reagruparon frente al parque Pedro Joaquín Chamorro Cardenal para marcar simbólicamente “el inicio de un nuevo ciclo en la historia de Nicaragua”.
Dicho encuentro se dio horas después de que los portones de la Asamblea Nacional le fueron cerrados con candados y gruesas cadenas a Jarquín Anaya, quien intentó entrar al parlamento para ejercer el cargo que los electores le otorgaron.
El intento de Jarquín Anaya fue infructuoso, pues una orden de la junta directiva de la Asamblea Nacional, presidida por René Núñez, le impidió el paso. Cada uno de los vehículos que entró al parlamento fue requisado y solo la entrada que comparten con el viejo edificio Olof Palme estaba funcionando y la presencia de miembros de la Policía Nacional fue más notoria.
Por su parte, Eliseo Núñez manifestó que la Asamblea Nacional, que era el único poder del Estado con funcionarios electos con la decisión de avalar lo que el Consejo Supremo Electoral dispuso, quedó al mismo nivel de ese poder, lo cual es un retroceso total. “Vamos a empezar un camino en instancias internacionales, lo principal es mantener la vía cívica, dijo el diputado.
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Jarquín insistió en los portones, pero los policías se retiraron del portón sin decir una palabra. “Los entiendo, no pueden decir nada, porque si no son despedidos”, dijo el diputado despojado, convencido de que su ingreso era imposible, a la vez que indicó que su asistente ya había sido despedida.
“Queda claro que quien manda es Ortega”, dijo Jarquín refiriéndose a la actitud del presidente de la Asamblea Nacional.
En las afueras del parlamento acompañaron a Jarquín el diputado Eliseo Núñez y el diputado Víctor Hugo Tinoco, ambos en representación de la BDN, mientras tanto, los demás diputados asistieron a la sesión parlamentaria para aprovechar los previos de la legislatura, que inició ayer, y denunciar el atropello contra Jarquín, que además de violentar la Constitución Política violenta la Ley Orgánica del mismo poder legislativo.
OCAMPO Y JARQUÍN
El diputado Pedro Joaquín Chamorro Barrios cuestionó la actuación ilegal del Consejo Supremo Electoral (CSE) tanto en la destitución de la exdiputada Xochilt Ocampo, como en la de Jarquín Anaya. Señaló que con la destitución de Ocampo no hubo siquiera razones, porque hubieran quedado en ridículo, ya que la razón de fondo fue la desobediencia partidaria, la exdiputada no apretó el botón verde cuando aprobaron la concesión del Gran Canal.
Mientras que con Jarquín adujeron que al cambiarse de bancada traicionó a sus “electores” y al partido que lo postuló, lo cual según Chamorro Barrios, no es legal, ya que la Ley Orgánica de la Asamblea Nacional, que fue reformada recientemente, establece que “cada diputado o diputada se agrupará en la bancada del partido que le nominó para las elecciones, pudiendo separarse voluntariamente e ingresar o formar parte de otra bancada en la Asamblea Nacional”.
El parlamentario recordó que en periodos pasados un grupo de 15 diputados se han pasado de una bancada a otra y no ha habido sanción alguna, por lo que sugirió en tono irónico que en la próxima reforma a la Ley Orgánica se establezca que los diputados se pueden pasar de bancada, siempre que sea a la bancada del Frente Sandinista y que el diputado sandinista que no vote con su bancada será expulsado.
Mientras tanto, en los mismos previos los diputados oficialistas estaban como que nada pasaba. Se refirieron a los avances en programas de salud y turismo y la misma Alyeris Arias Siézar, la diputada que sustituyó a Jarquín, habló de la importancia que tienen los trabajadores por cuenta propia en la economía mundial. También defendió del despojo que le hizo el CSE a Jarquín Anaya, quien aseguró que continuarán en la lucha por la democracia, que recurrirá de amparo y a instancias internacionales.
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