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Ciudadanos iraníes caminan junto a un cartel que representa al líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, (izda), junto al fallecido ayatolá Ruhola Jomeini en una calle de Teherán, Irán, el 13 de junio. Irán celebrará elecciones mañana 14 de junio. LA PRENSA/EFE/Abedin Taherkenareh

Iraníes eligen a sucesor de Mahmud Ahmadinejad

Los iraníes empezaron a votar este viernes para elegir a un nuevo presidente en unos comicios en que los reformadores, que presentan a un candidato único, aspiran a ganar ante la división de los conservadores, cuatro años después de la polémica reelección de Mahmud Ahmadinejad.

TEHERAN/AFP

Los iraníes empezaron a votar este viernes para elegir a un nuevo presidente en unos comicios en que los reformadores, que presentan a un candidato único, aspiran a ganar ante la división de los conservadores, cuatro años después de la polémica reelección de Mahmud Ahmadinejad.

Más de 50.5 millones de electores están convocados a las urnas para designar al sucesor de Ahmadinejad que no puede presentarse a un tercer mandato consecutivo.

Los colegios electorales abrieron a las 08:00 locales (03:30 GMT) y cerrarán diez horas después, aunque la apertura se puede prolongar hasta media noche en caso de gran afluencia. Los iraníes también elegirán a los representantes municipales.

El guía supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, principal personalidad del país, ha instado a los electores a que acudan masivamente a las urnas, aunque públicamente no ha apoyado a ninguno de los candidatos.

El 21 de junio habrá una segunda vuelta en caso de que ninguno de los seis candidatos en liza obtenga el 50.1 % de los votos. Los primeros resultados podrían anunciarse el sábado.

La elección se juega entre Hasan Rohani, un religioso moderado de 64 años y candidato único de moderados y reformadores, y tres candidatos conservadores: el exjefe de la diplomacia Ali Akbar Velayati, el alcalde de Teherán Mohamad Bagher Ghalibaf y el jefe de las negociaciones nucleares Said Jalili.

Los otros dos candidatos, Mohsen Rezai y Mohamad Gharazi prácticamente no tienen ninguna posibilidad.

Ambos campos quieren una participación masiva, uno para tratar de llevar a cabo cambios, el otro para mostrar la fuerza del régimen, acusado de controlar la elección para garantizar la victoria de un fiel al guía supremo.

“Los rumores según los cuales, el presidente ya está elegido son una mentira. Al presidente de la República lo eligen los votos de los electores”, dijo Rohani, cuyas posibilidades de victoria se vieron reforzadas con el importante apoyo de los expresidentes Akbar Hachemi Rafsandjani y Mohamad Jatami.

Los reformadores y moderados necesitan movilizar a los abstencionistas que se manifestaron contra la reelección de Ahmadinejad en 2009 tras acusaciones de fraude. Las protestas fueron duramente reprimidas y los dos candidatos reformadores que estaban en liza, Hosein Musavi y Mehdi Karubi, se encuentran en arresto domiciliario desde 2011.

La crisis nuclear con las grandes potencias y las sanciones internacionales que han hundido a Irán en la crisis económica -la inflación supera el 30 %, la moneda, el rial, ha perdido el 70 % de su valor y el desempleo ha aumentado- han dominado la campaña electoral.

Occidente e Israel acusan a Irán de querer dotarse con el arma atómica bajo la pantalla de un programa civil de desarrollo de la energía nuclear, lo que Teherán niega. Las tensiones han aumentado con Occidente debido al apoyo de Irán al régimen de Siria.

Rohani, antiguo negociador jefe del dossier nuclear bajo la presidencia de Jatami, aboga por una política más flexible en las negociaciones con las grandes potencias para reducir el impacto de las sanciones.

En el campo opuesto, donde los candidatos se han negado a presentar un candidato único, Velayati aboga por “el compromiso y la armonía” en política exterior, mientras que Said Jalili, representante del guía en las negociaciones, es partidario de la línea dura, de una “economía de resistencia” y rechaza cualquier “concesión”.

Ghalibaf, que encabeza los escasos sondeos publicados, ha manifestado su total fidelidad al ayatolá Jamenei y ha acusado a Rohani de querer hacer concesiones a los occidentales.

En 2003, cuando Rohani dirigía las negociaciones nucleares, Irán aceptó suspender su programa de enriquecimiento de uranio, que fue relanzado después de la elección de Ahmadinejad en 2005.

Las redes sociales, que fueron bloqueadas tras ser acusadas de contribuir a la movilización contra la reelección de Ahmadinejad, han vuelto para pedir a los abstencionistas que acudan a las urnas.

Ali asegura en Facebook que votará “por Rohani, pese a que no le conoce(…) Votaré por él ya que los que quieren salvar a Irán están a favor de Rohani”.

Para Israel, enemigo jurado de Irán, la elección no va a cambiar nada. “Seguirá habiendo un solo hombre en el poder, buscando la potencia nuclear”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu.

A finales de mayo, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, denunció la “falta de transparencia” de la elección presidencial en Irán y consideró “altamente improbable” que los candidatos puedan “encarnar un cambio”.

El presidente es la segunda personalidad del Estado, según la Constitución iraní. Los asuntos estratégicos como el nuclear, están bajo la autoridad directa del guía supremo.

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