Caracas/EFE
El gobernador del estado venezolano Zulia (oeste), Francisco Arias, derrotado en las presidenciales de 2000 por Hugo Chávez, pidió hoy a su colega del céntrico estado Miranda, Henrique Capriles, asumir que perdió ante el ahora presidente, Nicolás Maduro.
“Las elecciones pasaron, gobernador, usted perdió, asúmalo y no siga molestando por todo el país. Deje gobernar, Capriles, deje gobernar a Maduro”, exhortó Arias, abanderado de la oposición en las elecciones de julio de 2000 en las que el recientemente fallecido Chávez cosechó el 59,76 % de los votos y él un 37.52 %.
Arias, que posteriormente se hizo seguidor de Chávez, ganó en las regionales de diciembre pasado la gobernación del Zulia, fronterizo con Colombia, en tanto que Capriles fue reelegido en Miranda, estado con jurisdicción sobre vastas zonas de Caracas.
Capriles abandonó temporalmente su cargo de gobernador de Miranda para participar en las presidenciales celebradas el 14 de abril pasado, las cuales asegura que ganó, pero que le “fueron robadas” por el chavismo.
Por ello impugnó el proceso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia, con la esperanza de que se celebren nuevas elecciones.
Los resultados oficiales de los comicios de abril dieron ganador a Maduro con un respaldo de 50.61 % (49.12 % para Capriles), lo que le faculta a culminar el período presidencial 2013-2019 iniciado en enero pasado por Chávez, cuyo fallecimiento dos meses después obligó a la celebración de las nuevas elecciones.
“Se acabó la guerra gobernador Capriles, deje trabajar (…); el presidente trabajando y un gobernador por todas partes despotricando y hablando mal, denegando (…). Ya está bueno de quienes quieren poner zancadillas y están como muchachos necios pensando que las elecciones son cuando a ellos les da la gana”, agregó Arias.
Capriles invitó hoy mismo a sus seguidores a adherirse legalmente al recurso de impugnación judicial de las elecciones.
El líder opositor impugnó el 55.4 % de los 15 millones de votos emitidos el mes pasado y pidió la repetición total del proceso, en tanto que la alianza que impulsó su candidatura, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cuestionó en el Supremo 2.32 millones de votos y exige que la elección se vuelva a celebrar parcialmente.
