Saúl Martínez
El Sistema Penitenciario de Occidente ha mejorado gracias al patronato de reos de Chinandega. Se han impulsado obras de desarrollo educativo, salud, labor manual, juegos infantiles, pasillos embaldosados, ventiladores en celdas, entre otros.
El proceso incluye la parte psicológica y espiritual a los presidiarios católicos o evangélicos. La intención es que al salir se reinserten a la sociedad.
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Álvaro Narváez, vicepresidente del Patronato de Reos, manifestó que velan por la alimentación, salud, condiciones de infraestructura, dormitorios y medicinas para la clínica ubicada en el penal occidental.
Refirió que las condiciones han mejorado en la escuela de primaria e instituto de secundaria, en donde 380 privados reciben sus clases.
“Para la ventilación de las celdas se ubicarán extractores de aire, se colocarán tuberías para lanzar agua a los techos y bajar la temperatura. Estamos contentos con el apoyo de la empresa Coperco, el chinandegano Miguel Tenorio, don Alfredo Solórzano y el jordano Haitham Shehab, entre otros”, dijo Narváez.
LLEVAN HIJOS AL PENAL
En el penal occidental dos madres, una guatemalteca y una hondureña que cumplen sus respectivas penas, reciben a sus pequeños hijos una vez a la semana.
Los niños luego regresan a sus hogares sustitutos que les ha facilitado el Ministerio de la Familia (Mifamilia).
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