Noel Gallegos
La iglesia María Magdalena del barrio Monimbó de Masaya resultó pequeña la mañana de ayer para los centenares de fieles que asistieron a la misa presidida por monseñor Miguel Mántica en honor a las festividades de San Lázaro.
Como de costumbre, los fieles llegaron acompañados por sus perros, quienes vestían sus mejores y más coloridos trajes, y que se convierten en uno de los principales atractivos de esta celebración.
Asistieron fieles de todas partes del país, unos llegaron en agradecimiento por los milagros y otros en busca de ellos.
En medio de la multitud se encontraba Josefa Jiménez, del barrio Camilo Ortega de esta ciudad, para pedirle a este santo llagado por la salud de su progenitora, Élida Jiménez, quien padece de diabetes y está postrada en cama.
“Mi madre estuvo en cuidados intensivos y está padeciendo de llagas y vengo a rogar por ella. Todos los años he venido a pedir a San Lázaro por mi familia, porque él nos ha hecho muchos milagros. Hoy (ayer) confío que tiene que levantármela, como Jesús lo levantó también a él. Yo voy a seguir pagando esta promesa hasta que me muera. Confíen en él, por sus milagros”, expresó.
“Este santo es descrito en el Evangelio de San Juan como el ‘amigo del Señor’. En esta Semana Santa queremos invitar a todos los fieles a vivir la fiesta más grande del cristianismo, los misterios de vida, muerte y resurrección de Cristo porque es ahí en donde recibimos vida en abundancia”, dijo monseñor Miguel Mántica.
El mejor disfraz
Luego de la misa, el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) organizó un concurso del mejor disfraz canino, las categorías fueron: fantasía, típico y promesante.
Las festividades fueron aprovechadas por decenas de comerciantes informales quienes ofrecieron sus productos.
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