La “tregua” entre la Mara Salvatrucha (MS) y la M18, las principales pandillas salvadoreñas cumplió ayer un año, y ha bajado de 68 a 26 por cada 100,000 habitantes la tasa de homicidios en el país, que así dejó de ser uno de los más violentos del mundo, según el ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés.
Con la “tregua”, el promedio diario de homicidios bajó de 14 a 5.3 a finales de 2012 y ahora es de seis, por un “leve incremento” producto de “cadenas de venganzas” entre pandilleros, puntualizó.
Los asesinatos en 2012 sumaron 2,376. 1,995 menos que los 4,371 registrados en 2011, dijo Munguía Payés. Entre marzo-diciembre de 2011 y 2012 los homicidios bajaron de 3,697 a 1,761 (1,936 menos), añadió.
PERSISTEN DUDAS
“A un año de la tregua, todavía no veo yo bien clara una política criminal que vaya orientada a resolver de manera integral todo el tema de violencia”, señaló ayer el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Óscar Luna. “Estoy de acuerdo en que disminuyen los homicidios pero no se puede solo confiar en la tregua”, remarcó.
Una encuesta realizada por LPG Datos, en febrero, y publicada el jueves por La Prensa Gráfica señaló que “el 55.2 por ciento de los salvadoreños tiene una opinión negativa sobre la tregua; el 29.7 por ciento, positiva”, y que “el 79.5 por ciento de la población tiene una opinión negativa de los pandilleros”.
Hay un “peligroso monstruo que se esconde atrás de la tregua” y las autoridades “atacan y descalifican a cualquiera que tenga una opinión o información que ponga en duda la existencia del espejismo que han fabricado”, afirmó el criminalista Carlos Ponce, permanente crítico de la “tregua” en su columna del viernes en El Diario de Hoy.
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