Carla Torres Solórzano
El cuerpo anestesiado de don Róger Castaño Villavicencio no pudo sentir el dolor provocado por las graves quemaduras que lograron atravesar su caja torácica, ni los médicos lograron percatarse de lo que le ocurría a su paciente en la sala de operaciones.
El paciente de 60 años, ingresó al Hospital Solidaridad, el pasado 5 de diciembre para realizarse un tratamiento llamado Resección Transuretral (RTU), una intervención que se realiza en el pene para ampliación en las vías urinarias.
Castaño asegura que los electrodos que le colocaron en la espalda para determinar sus signos vitales, fueron los causantes de las quemaduras que estuvieron a punto de alcanzar su riñón derecho.
De igual forma manifestó que considera increíble el hecho que estuvo dos horas y media en la sala de operaciones y luego otras dos horas en la sala de recuperación, sin que los médicos se dieran cuenta del percance.
“Yo le dije a la enfermera que algo me molestaba en la espalda y cuando me dieron vuelta se asustaron y mandaron inmediatamente a buscar a un cirujano plástico. Recuerdo que me cortaron con tijeras, pero no sentí dolor porque estuve anestesiado durante dos días”, cuenta Castaño.
El paciente necesitó un injerto de piel para curar sus heridas, por lo tanto le extrajeron un trozo de una de sus piernas para colocarlo en la parte quemada.
LE PIDIERON NO HABLAR
Manifestó que después del incidente fue atendido como “rey” en dicho centro hospitalario, ya que fue trasladado a una habitación privada, con televisor plasma, acceso libre para sus familiares y visitas médicas con mucha frecuencia.
“El médico que me operó me dijo que no contara nada, pero yo le dije que quien respondía por mis heridas. Además a mí me urge salir del país porque estoy recibiendo un tratamiento contra el cáncer en Estados Unidos y debo estar allá lo más pronto posible”, apuntó el jubilado.
Subrayó que mientras estaba ingresado en el hospital quiso llegar a un arreglo extrajudicial con los médicos y las autoridades de dicho centro hospitalario.
Las peticiones de Castaño fueron: un pasaje de avión con destino a Boston para continuar sus tratamientos en el Programa de Investigación del Cáncer de la Universidad de Harvard, así como la entrega de 5,000 dólares para sus gastos de alojamiento y alimentación mientras dure su estadía.
MINSA NO LE DA RESPUESTA
Sin embargo, las autoridades del hospital se negaron a brindar respuesta a dichos requerimientos, según dijo Castaño.
El paciente asegura que desde la cama del hospital realizó llamadas telefónicas a Sonia Castro, ministra de Salud y Maritza Cuan, directora del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais-Managua) para ponerles las quejas de lo sucedido. Ante la falta de comunicación, solicitó permiso durante algunas horas para abandonar el hospital, y una vez fuera de las instalaciones se dirigió directamente al Ministerio de Salud, pero no logró entrevistarse con Castro.
En un segundo intento logró que la doctora Cuan lo atendiera y ordenara realizar una investigación del caso.
AUDITORIA DEL MINSA
El pasado seis de febrero el Silais Managua amparado en la Ley 423, Ley General de Salud, artículo 160, solamente entregó al paciente la parte conclusiva de la investigación y le comunicó que el informe total se entregará cuando sea requerido judicialmente.
Dicho informe concluye que no se evidencia en el expediente clínico una valoración suficiente por parte de oncología a cerca de los riesgos y beneficios del procedimiento quirúrgico a ser realizado por Urología. Aunque estima que el procedimiento fue técnicamente adecuado.
Además, en el último punto de dichas conclusiones textualmente dice: “En base a la información contenida en la carta enviada por la dirección del Hospital Solidaridad a la Dirección de Regulación y la carta enviada por el fabricante del equipo (electrocauterio) consideramos que la quemadura posiblemente se produjo por un uso inadecuado del plato o electrodo neutro al no cumplirse los requerimientos técnicos establecidos en el manual de operaciones del equipo”.
Castaño considera que los resultados de la auditoría son ambiguos, no establecen directamente lo que pasó, ni establece responsabilidades ni sanciones a los médicos que lo atendieron.
En los próximos días presentará una demanda judicial para que se castigue a los responsables de lo que el afectado califica como negligencia médica.
Para recibir cualquier ayuda y que Castaño pueda viajar a Estados Unidos a continuar sus tratamientos contra el cáncer, llamarlo al número telefónico 88612301.
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