Wendy Álvarez Hidalgo
Los productores de carne de cerdo y bovino del país recibieron el año nuevo con una noticia, que para ellos es calificada como mala: Canadá obtuvo la autorización por parte de Nicaragua para que sus carnes de porcino y bovino entren a competir al mercado nacional. Desde ya la medida es rechazada por representantes de ambos sectores productivos del país.
La decisión ni siquiera les fue comunicada por las autoridades nicaragüenses a los productores. Fue el ministro de Agricultura canadiense, Ed Fast, quien a través de un comunicado informó la apertura del mercado nica a los cárnicos de ese país, según publica la agencia internacional EFE, firmada y fechada en Toronto.
Canadá “aplaude” la apertura comercial que Nicaragua dio a sus productos, y señala que “cada mercado internacional abierto significa más dólares para las explotaciones ganaderas y otra gran oportunidad para nuestros productores de ganado”.
2.86 millones de dólares suman las importaciones de chuleta de cerdo a octubre del 2012, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN) disponible en el portal electrónico de esta entidad.
3.74 millones de dólares ascendieron las compras de chuleta de cerdo ahumado por parte de Nicaragua en el exterior en el 2011.
2.40 millones de dólares suman las compras de carne de cerdo en 2010, según cifras oficiales.
1.46 millones de dólares invirtió Nicaragua en la importación de chuleta de cerdo en 2009, según cifras del Banco Central de Nicaragua.
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La noticia cayó por sorpresa para los exportadores de carne nicaragüenses, que venden cerca del 30 por ciento del total de su producción en el mercado nacional. Ahora temen a lo que ellos califican como “competencia”.
El presidente de la Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne), Onel Pérez, aseguró que en varias ocasiones habían pasado por escrito al Gobierno central para que no se reabriera el mercado a la carne canadiense y lamentan que no se les haya escuchado.
Los productores canadienses de carne de vacuno no tenían acceso al mercado nicaragüense desde 2003, a raíz de la aparición de casos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB).
“Nosotros siempre nos hemos opuesto a eso y hemos pedido exclusión de la carne (canadiense), porque es competencia para nosotros”, sostiene Pérez, quien admite que Nicaragua importa carne de Estados Unidos, en el marco del DR-Cafta, pero “está restringido a ciertos cortes”.
Ahora los exportadores esperan saber qué tipo de cortes canadienses ingresarán al mercado nacional. No obstante advierten que al entrar más carne extranjera, la oferta se eleva y eso podría bajar el precio al ganado nacional.
PORCINOS AMENAZADOS
Los productores de carne de cerdo, por su parte, reaccionaron desconcertados al anuncio de Canadá, que por ahora no ha sido confirmado por Nicaragua y advierten que esa medida acabará con la poca rentabilidad del sector que tiene años intentando exportar, sin éxito, y que por tal razón su único mercado es el interno.
Y es que a diferencia de la carne de bovino, Canadá será la primera vez que exportará carne de cerdo al país. Nicaragua ya importa un fuerte contingente de cerdo de Estados Unidos, pactado en el DR-Cafta.
Milton Arcia, representante del sector de porcinocultores de Nicaragua, señaló que con solo la carne estadounidense están al borde de la quiebra y ahora temen lo peor.
Arcia cree que habrá una competencia desleal porque los productores de carne de cerdo de países desarrollados, en este caso Canadá, reciben subsidios estatales, mientras tanto los nacionales “tenemos problemas muy difíciles de financiamiento”.
Lo peor para el sector —añade— es que el mercado nacional “está abarrotado de carne de cerdo” porque hay familias que se han metido al negocio de la venta de este producto, principalmente aquellas que se han beneficiado con el programa insigne del Gobierno conocido como Hambre Cero. Se estima que unos 30 mil cerdos han sido distribuidos en el marco de este programa estatal.
“Nosotros los granjeros tenemos graves problemas porque los mercados formales no nos quieren comprar. En diciembre yo no pude vender un cerdo, porque hay mucha oferta, es salvajada también la cantidad de carne que está entrando procedente de Estados Unidos”, afirma Arcia, quien cuestionó al Gobierno sobre su promesa de proteger a los productores de este país.
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