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Presidente centroafricano promete gobierno de unión nacional

El presidente de la República Centroafricana, François Bozizé, prometió un gobierno de unión nacional luego del diálogo con los rebeldes de Seleka en Libreville, y afirmó que no se presentará para un nuevo mandato en 2016, anunció este domingo el presidente de la Unión Africana (UA).

República Centroafricana/AFP

El presidente de la República Centroafricana, François Bozizé, prometió un gobierno de unión nacional luego del diálogo con los rebeldes de Seleka en Libreville, y afirmó que no se presentará para un nuevo mandato en 2016, anunció este domingo el presidente de la Unión Africana (UA).

François Bozizé “está dispuesto a viajar a Libreville hoy mismo” si sus pares se lo piden, y dijo estar listo al diálogo con la rebelión “que conduciría a un gobierno de unión nacional”, afirmó el presidente de la Unión Africana (UA) Thomas Boni Yayi, luego de su encuentro con el mandatario centroafricano.

“Me confirmó que en 2016, no será candidato (a su propia sucesión) y que va a respetar las disposiciones constitucionales”, agregó Boni Yayi.

El presidente centroafricano fue muy criticado estos últimos meses por la oposición que lo sospecha de querer modificar la Constitución para poder presentarse a un tercer mandato.

Las negociaciones de Libreville, propuestas por los jefes de Estado de la Comunidad Económica de Estados de África Central (CEEAC), serán sobre los diferentes acuerdos de paz concluidos entre 2007 y 2011 con las diferentes rebeliones, como lo deseaba Seleka.

Interrogado por el canal de televisión France24, el portavoz de Seleka, Eric Massi, declaró que “toma nota” de los compromisos del mandatario centroafricano.

“Si el presidente Bozizé aplica concretamente los compromisos que tomó ante el presidente Boni Yayi no hay razón (…) para que no hallemos una solución pacífica”, insistió.

La coalición rebelde Seleka (“Alianza” en sango, la lengua nacional), que tomó las armas el 10 de diciembre, se garantizó el control de la mayor parte del territorio centroafricano muy rápidamente y sin hallar una verdadera resistencia.

Durante toda su progresión, la rebelión afirmó que estaba dispuesta a negociar. Hasta ahora refutaba las intenciones que le prestaban de querer tomar Bangui, la capital, pero continuó al mismo tiempo conquistando nuevas ciudades.

En dos semanas la rebelión se apoderó de ciudades estratégicas como Bria (ciudad rica en diamantes del centro), Bambari (ciudad aurífera del centro-sur), después de Kaga Bandoro (centro-norte), aproximándose peligrosamente a Bangui por el norte y el este.

Este domingo por la mañana, Seleka pidió la partida del presidente Bozizé y no excluyó tomar la capital.

Por su parte, los países de África Central advirtieron que se opondrían a un avance de los rebeldes hacia la capital, de la que se encuentran a sólo 160 km.

Tras su encuentro con Boni Yayi, Bozizé, que había llamado en vano el 27 de diciembre a Francia para que la ayudara, pidió reunirse con el presidente francés François Hollande para “debatir los temas que interesan a la República Centroafricana”.

En un comunicado publicado este domingo por la noche, Hollande llamó a “todas las partes” en conflicto en República Centroafricana a “cesar las hostilidades y a dialogar”. También pidió nuevamente a las autoridades centroafricanas que tomen “todas las medidas” para garantizar la seguridad de los extranjeros.

Luego de Sibut, el último obstáculo en la ruta hacia Bangui es la localidad de Damara situada a 75 km de la capital y en donde están concentradas las Fuerzas Armadas centroafricanas así como un contingente de “interposición” chadiano.

Este avance de los rebeldes creó un clima de angustia en Bangui, en donde se decretó un toque de queda nocturno. Los habitantes temen agresiones y saqueos.

La República Centroafricana, país de cinco millones de habitantes enclavado en el continente africano y uno de los más pobres del planeta, inició en 2007 un proceso de paz tras años de inestabilidad, múltiples rebeliones y amotinamientos militares que desgarraron su tejido económico y le impidieron sacar provecho de los recursos naturales.

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