EFE
VIDA
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Vanessa Hudgens y Selena Gómez han pasado por Venecia con un único objetivo: el de matar su imagen Disney, de la que huyen desesperadamente, como ya hicieron Ryan Gosling o Anne Hathaway.
“Por supuesto entiendo que Disney Channel te convierte en una especie de marca. Será un poco impactante para muchos de mis fans, pero será bueno para mí. Esto es crecer”, explicaba Selena Gómez a propósito de su personaje en Spring Breakers .
La cantante tiene como compañera de correrías a Vanessa Hudgens, sin ropa de colegiala de pompones de animadora como en High School Musical , sino con un escueto bikini y cuya travesura juvenil acaba convirtiéndola en peligrosa gánster.
Todos recuerdan que Britney Spears rompió su angelical aspecto musicalmente con el vídeo subido de tono de Im a Slave 4 U y, sobre todo, con su explosiva vida privada, llena de arrebatos violentos y excesos en alcohol y drogas (por no hablar de Lindsay Lohan), quizá el camino más ejemplar sea el de Ryan Gosling y Anne Hathaway.
Tampoco se le ha dado nada mal a Justin Timberlake, quien tuvo que acabar huyendo para comenzar una exitosa carrera como cantante en solitario que, a su vez, ha abandonado para labrarse una interesante filmografía como actor.
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