Por Arnulfo Agüero
Por más de cuatro décadas el dibujante y pintor Carlos Montenegro ha trabajado en la técnica de plumilla, el tema de la casa colonial nicaragüense, rescatando los diseños de estas casas que van desapareciendo.
Según Carlos Montenegro, la casa antigua tiene mayor riqueza estructural y texturas visuales que la vivienda contemporánea. “En ellas ha encontrado colores desleídos o lavados, que le han permitido trabajar el altocontraste (blanco y negro), y una variedad de texturas, ásperas, de alto grosor y finas”.
“Creo que he creado un mundo plástico en blanco y negro dándole vida estética a los diferentes temas que he dibujado en plumilla y tinta china”, expresa Carlos Montenegro (León, 1942), quien junto con Leoncio Sáenz, son valorados como los mayores dibujantes del siglo XX en Nicaragua.
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De joven recibió las enseñanzas del pintor y dibujante de lo precolombino Leoncio Sáenz. Este maestro años más tarde reconoció lo aprendido por el mismo Montenegro al exponer sus imágenes en distintas exposiciones, tanto en galerías de arte nacional como internacional.
A finales del año 2000 Sáenz escribió una nota crítica retratando a Montenegro como un “monje dedicado a su trabajo del dibujo”, un artista solitario creando su propio espacio y estilo en blanco y negro.
Con lápiz y papel en mano, Montenegro ha viajado por diferentes departamentos del país boceteando el caserío, o la casa maestra semidestruida, construida o reconstruida hace más de 100 o cerca de 200 años.
Casas coloniales de Granada, León, Masaya, Chinandega, Rivas, La Libertad, Chontales y de la Costa del Caribe nicaragüense han sido sus modelos a pintar o dibujar, o bien sus “personajes vivos o sus bodegones”.
Una parte de estas casas van desapareciendo o han desaparecido por la antigüedad o porque las botaron, es una Nicaragua que se va marchando del imaginario visual dejando su propia huella en el tiempo, comenta Montenegro.
DE JOVEN
A los 26 años comenzó su carrera, a dibujar la casa nica y darle vida plástica, y aún siente que no ha terminado de cerrar este catálogo de rescate retrospectivo y visual de la identidad urbanística de la vivienda.
Si bien Montenegro ha pintado otros temas como El Güegüense, el mercado, el lago de Granada, bodegones de frutas, los poéticos Cantos de Cifar (en homenaje a Pablo Antonio Cuadra), y otros temas variados, el de la casa nicaragüense ha sido su principal motivo y pasión.
De su cromatismo de altocontraste, reconoce que ha sido influenciado por maestros europeos como Harmenszoon van Rijn Rembrandt, Francisco de Goya y Lucientes, Michelangelo Merisi da Caravaggio, entre otros.
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