NUEVA YORK /AFP
El enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, advirtió ayer de una posible “escalada” del conflicto sirio al resto de Medio Oriente e instó a los países miembro del Consejo de Seguridad a permanecer unidos para presionar al presidente Bashar al Asad.
“Tenemos la tendencia a centrarnos en Siria, pero cualquier error de cálculo que lleve a una escalada mayor tendrá un impacto en la región que sería extremadamente difícil de manejar”, dijo.
Annan hizo su advertencia horas después de que Turquía aconsejara a sus ciudadanos salir de Siria, donde miles de personas participaron en nuevas protestas contra el gobierno. Los activistas dijeron que al menos otras 15 personas fueron asesinadas.
Por su parte, el embajador sirio ante la ONU, Bachar Jaafari, declaró en Nueva York que el equipo de Annan “llegará el domingo a Damasco para discutir problemas relativos al cumplimiento de su misión”, dijo.
Al término de la oración del viernes, al mediodía se registraron manifestaciones a pesar de la presencia del ejército, en especial en las regiones sirias de Homs, Alepo y Deraa, cuna de las protestas en el sur.
“El pueblo quiere una intervención militar, que se arme al Ejército Sirio Libre (ESL) y la caída del régimen“, gritaron varios miles de manifestantes reunidos en Alepo.