Centenares de indígenas comenzaron ayer su ascenso a pie a los Andes bolivianos en rechazo a la construcción de una carretera de 300 kilómetros que sacrificaría la flora, fauna y varios poblados ancestrales, situados en el centro del país. Esta protesta inició a mediados de agosto pasado en la Amazonia. El presidente de Bolivia, Evo Morales, impulsa la obra que, según los planes arquitectónicos, atraviesa un parque ecológico, informó uno de los líderes nativos que impulsan la protesta.
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