14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El filósofo Alejandro Serrano Caldera a través de sus escritos aborda la violencia y sus efectos. LA PRENSA/Arnulfo Agüero

“La revolución de la razón” vista por Alejandro Serrano Caldera

Los Estados para salir de sus crisis sociales deben encaminarse hacia una “revolución de la razón”, plantea el filósofo Alejandro Serrano Caldera, quien lleva publicados tres volúmenes donde reflexiona sobre violencia, cultura y el poder

Alejandro Serrano Caldera ha logrado publicar 24 libros que estructurados teóricamente están compilados en Filosofía de la razón crítica en tres tomos y que indagan en la búsqueda de soluciones a las crisis sociales.

Dichos textos — Los escritos filosóficos y políticos I y II; y el III volumen, América Latina ante la razón filosófica —, disertan sobre la revolución socrática, la revolución racionalista y el pensamiento contemporáneo; proponen diálogos concertados sobre el estado de derecho y la voluntad colectiva, para evitar retornar al pasado.

Según estudios de este prominente filósofo, desde la independencia de España, las sociedades latinoamericanas actuales mantuvieron sus esquemas teocráticos y feudales a pesar de que tomaron el constitucionalismo europeo, francés, y lo trasladaron al papel del constitucionalismo latinoamericano.

Sociedades fruto de esquizofrenias

Y así, el filósofo nicaragüense Alejandro Serrano Caldera, considera que “nacen nuestras sociedades fruto de una esquizofrenia, que fue la partición entre el mundo real, político, social y económico que era feudal, teocrático, y un mundo moderno que está en las constituciones y el derecho”.

Rodeado de libros en su biblioteca, Serrano Caldera aborda algunos aspectos relevantes de la crisis social, la historia, el derecho y la razón filosófica en Latinoamérica y en particular Nicaragua, en su proceso hacia la democracia y la razón crítica.

Los tres volúmenes que ha publicado son una nueva concepción integral de la obra filosófica en Nicaragua, sin duda un hito para nuestra historia del derecho, la razón y la filosofía

Lo que significa que no es una simple recopilación de libros obedeciendo a un criterio bibliográfico y cronológico, sino que responde a la idea de organizar lo que está escrito en 24 libros publicados hasta ahora, además de ensayos, artículos, conferencias y otros escritos, organizados bajo ejes temáticos.

Otra idea prioritaria de la obra, es tocar temas universales del pensamiento. En el primer volumen están Los escritos filosóficos y políticos I , en donde estudiamos desde Sócrates y lo que significó la “revolución socrática”, de hace dos mil quinientos años, hasta llegar a filósofos contemporáneos como Leopoldo Zea, fallecido en 2004, o como los franceses Jean Paul Sartre, Albert Camus.

El filósofo Alejandro Serrano Caldera. LA PRENSA/Arnulfo Agüero

En el volumen II, se continúan Los escritos filosóficos y políticos , es decir: la crisis de la modernidad, las contradicciones del racionalismo, la salida de la modernidad en crisis, la posmodernidad, una serie de temas. Y luego una última parte dedicada a los estudios sobre la universidad, sus valores y experiencias.

Este tercer volumen, el título mismo indica su intención: América Latina ante la razón filosófica. De alguna manera en este volumen toda la reflexión que hemos venido haciendo del pensamiento filosófico universal lo trasladamos hacia América Latina y Nicaragua, pero no con la idea de crear una filosofía latinoamericana o nicaragüense, sino enfocar los temas universales desde una situación espacio-temporal específica, desde un lugar como el nuestro.

Violencia no es solución

¿El poder a veces conlleva a la violencia? ¿Podría formular algunas posibles salidas si las hubiera?

Mientras no se logre racionalizar este problema, en primer lugar, y después de racionalizado integrarlo en los valores propios de la colectividad; el problema continuará pues no solo hay caudillismo porque hay caudillos, sino que hay caudillos porque hay una sociedad que los produce.

Violencia engendra violencia y es repetitiva. La relación causa y efecto vuelve a repetirse; nuestros futuros son nuestros pasados, el futuro es el pasado que vuelve, aunque sea con otro nombre y persona. Entonces el punto no es tanto personal, ni recurriendo a la violencia, repito y reitero, la violencia no es solución.

Usted tiene el proyecto de una Nicaragua Posible, pero vista desde el sentido de una “revolución de la razón”. ¿Cuál es su comentario?

No nos olvidemos de la Nicaragua Posible de 1990, que es una propuesta en este sentido, que era la búsqueda de un Proyecto de Nación, de una concertación entre todos los sectores, vista desde esta perspectiva no como una simple repartición de poder y pactos políticos para repartirse beneficios económicos y sociales, sino desde una perspectiva verdaderamente social, filosófica y científica.

Entonces una concertación es un hecho racional libre y voluntario, a través del cual se llegan a armonizar las diferencias.

Esa es la tesis básica de mi pensamiento filosófico, la “unidad en la diversidad”. No se trata de homogenizar, ni uniformar, lo que uniforma no une.

Se trata de que las diferencias necesarias, naturales, que existen entre las personas puedan en algún momento conciliarse sobre la base de un hecho racional, en virtud del cual se establecen las condiciones sobre las que esas diferencias pueden coexistir.

Desafíos de los intelectuales

Usted ha valorado el pensamiento de intelectuales como José Martí, Leopoldo Zea, Octavio Paz, Fornet-Betancour, entre otros. Me gustaría tener su opinión sobre los nuevos retos que están enfrentando los intelectuales en este mundo globalizado.

Entonces el intelectual latinoamericano, la filosofía latinoamericana ahora tiende a recuperar el valor de la interculturalidad. Este es el tema actual y fundamental.

La Unesco ha hablado de la pluriculturalidad y de la multiculturalidad, pero ya en el pensamiento filosófico latinoamericano se habla de la interculturalidad porque no se trata únicamente de que se reconozca que hay otras culturas y que se respeten.

No se trata de que una cultura esté junto a la otra sin agresión de la más fuerte a la más débil, no solo de que las culturas fuertes respeten a las más débiles y las dejen sobrevivir, sino que la interculturalidad implica el reconocimiento del otro y la interacción de las diferentes culturas.

“Aquí no hubo lucha de clases, sino95 una lucha política”

¿Para los años ochenta de la revolución mantenía estos conceptos de la “revolución de la razón” o mantenía el de la lucha militar para alcanzar el poder?

Mantenía mi tesis de la filosofía de la razón. Es más, varios de mis libros fueron escritos en París, o terminados de escribir ahí. Bueno, yo terminé a mediados de 1985. Todos mis libros vienen desde 1976 hasta el 2011, que son los que estoy organizando.

Entonces en París, terminé varios libros, algunos se publicaron en Francia. Por ejemplo, terminé Entre la Nación y el Imperio ; Filosofía y crisis ; terminé El Derecho en la revolución , lo publicó la editorial Nueva Nicaragua en 1986, pero también fue publicado en París en 1987, en francés, con el título Droit et Sandinisme . Editions L’Harmattan (Derecho y sandinismo).

Luego se publicó en inglés en la Universidad de Loyola, Los Ángeles, California; después di a conocer Filosofía y crisis , publicado por la Editorial Vozes, Petrópolis, Brasil, en 1984; Editorial Nueva Nicaragua, en 1985; Editorial de la UNAM, México, DF, 1987. Estas eran mis posiciones estando en Francia, y aun siendo Presidente de la Corte Suprema de Justicia en Nicaragua (1985-88).

También se incluye mis planteamientos hechos en el año 1983, en el Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales, que han sido incluidos en el tercer volumen, y justamente mi ponencia discrepaba de una de las líneas principales del congreso.

Bueno, en dos palabras la tesis era que “En Nicaragua se dio una lucha de clases en la cual la clase desposeída tomó el poder”; pero mi tesis era: “Aquí no hubo lucha de clases, sino una lucha política”.

Ahí me atreví, inclusive, a realizar algunas críticas a Marx, y al marxismo ortodoxo que dividía a la sociedad en infraestructura (la economía), y superestructura, (el Estado, el derecho, la ética, la religión).

¿Cuál sería la solución posible?

La transformación racional, cualitativa, la “revolución de la razón”, como le has llamado. La educación, que permita consolidar esta actitud de análisis, de reflexión, de racionalidad crítica, de pensamiento sobre las cosas y los acontecimientos.

Cuando nosotros asumamos esa actitud reflexiva y crítica, habremos dado un salto cualitativo, de lo contrario la rueda de la bicicleta estacionaria, seguirá dando vuelta alrededor del mismo eje, y el futuro seguirá siendo el pasado que regresa.

Presentación

El próximo 18 de agosto, Vicente Baca Lagos, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, presentará el volumen III del libro Obras de Alejandro Serrano Caldera, a las 6:30 p.m., en el Instituto de Cultura Hispánica.

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí