Un adolescente de 14 años se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Lenín Fonseca, en Managua, luego de recibir tres impactos de bala cuando supuestamente participaba en un enfrentamiento entre pandillas en el barrio 30 de Mayo, en el Distrito Cinco de la capital. El hecho ocurrió el domingo.
El presunto pandillero de iniciales L.A.C.O. es considerado por agentes de la Estación Cinco de la Policía como una “fichita” y miembro de la pandilla “Los Blas”.
El pleito fue entre la pandilla “Los Comemuerto” del Reparto Schick y “Los Blas” del barrio 30 de Mayo, cuyos miembros oscilan entre las edades de 12 y 21 años, según fuentes policiales.
El padre del adolescente baleado se presentó a la estación policial a interponer denuncia, ya que su hijo recibió un disparo en el abdomen, otro en la cadera y el tercero en el pie izquierdo.
La Policía se encuentra tras la pista de los autores de los disparos y calificó el hecho como un intento de homicidio.
Sin detenidos
Hasta ayer no había personas detenidas en este caso, pero las autoridades policiales aseguraron que ya tienen sospechosos que están siendo investigados.
De manera extraoficial se logró conocer que uno de los sujetos que disparó no ha cumplido 16 años, por lo que la población del barrio 30 de Mayo lamenta que el Código de la Niñez y Adolescencia proteja y no castigue con rigurosidad a quienes participan en actos delictivos.
La comisionada mayor Erlinda Castillo, jefa de la Dirección de Asuntos Juveniles de la Policía Nacional, aseguró que están trabajando para sacar de las pandillas a cientos de adolescentes y mostrarles que existe un futuro fuera de esos grupos.
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