La campaña de desprestigio emprendida por el gobierno y las presiones a la comunidad internacional para impedir que proporcionen recursos a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en defensa de los derechos ciudadanos, al parecer obligó a la Coordinadora Civil (CC) a despedir a todo el personal administrativo por carecer de recursos para continuar pagando sus salarios.
La vocera de la CC, Luisa Molina, trató de negar el despido de personal, pero reconoció que algunos colaboradores ya no están en la organización.
Sin embargo, lo atribuyó a un proceso “normal de cierre de ciclo”.
Según Molina, la CC no es un Organismo No Gubernamental, sino un espacio de “articulación” que trabaja apegado a la “institucionalidad de organizaciones” con personería jurídica.
“Desde el 2009 salió Georgina Muñoz y Mario Quintana, que son de la Red Nicaragüense de Comercio Comunitario (Renic), y como yo asumí y son máximo tres años, lo que estamos haciendo es cerrar un período porque su responsabilidad ante la Coordinadora como programa para obtener recursos ya terminó. Entonces no estamos liquidando, sino cerrando un capítulo para abrir otro”, detalló Molina.
Añadió que la CC está integrada por más de seiscientas organizaciones y redes territoriales y cualquiera de esas organizaciones podría asumir el papel que deja Renic.
La dirigente aseguró que en cuanto se abra el nuevo ciclo y comiencen a obtener recursos, “esas personas serán las primeras, se les volverá a contratar”.
Molina insistió en que la organización no cerrará sus oficinas. Por el contrario, seguirán funcionado con normalidad, porque el 70 por ciento de integrantes del equipo, entre ellos las diez personas de la Comisión Ejecutiva, siempre han ofrecido su trabajo de forma voluntaria.
De las nueve personas que tendrán que dejar sus cargos en la CC, varios confirmaron que hay falta de recursos económicos a causa de las presiones del gobierno, incluso dijeron que no hay fondos para sus liquidaciones.
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