Caracas/EFE
La organización Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPYS) denunció que una de cada tres agresiones a los periodistas venezolanos son cometidas por sectores del oficialismo y subrayó que 2010 fue el año con “mayores registros de violencia” desde 2002, aunque en 2011 las agresiones han bajado.
“En Venezuela tenemos una especie de conflicto de baja intensidad, que no se trata de asesinatos como los de Colombia o México, pero son casos frecuentes de intimidaciones y agresiones estimuladas por el Estado de manera sistemática”, dijo a Efe el director de IPYS, Ewald Scharfenberg.
Según el informe de la organización “Medios en asfixia: La libertad de Prensa en Venezuela 2008-2010”, presentado en Caracas, entre mayo de 2009 y mayo de 2010 se produjeron en Venezuela 147 ataques a periodistas, la cifra más alta desde que este organismo se instalara en el país en 2002.
28 CASOS ESTE AÑO
Sin embargo, Scharfenberg destacó el descenso de agresiones a los periodistas en lo que va de este año y que corresponden a 28 casos en los cuatro primeros meses de 2011, frente a los 61 del mismo período del año pasado.
Los reporteros televisivos o camarógrafos de medios independientes que trabajan en la calle son las principales víctimas de los ataques oficialistas, que pueden ir desde insultos o amenazas hasta empujones o golpes, relató el dirigente de la organización.
Para Scharfenberg, el “habitual tono” de las intervenciones públicas del presidente Hugo Chávez, “en contra de la prensa”, estimula los brotes de violencia entre sus adeptos que realizan los ataques “en pro de la revolución”.
“Probablemente el presidente Chávez no quiera desmarcarse de estos episodios violentos, porque bastaría con un pronunciamiento claro y público en contra de esto para que los grupos de base espontáneos entiendan que los hechos violentos no están respaldados por él”, consideró.
Además, el IPYS subraya la “censura indirecta” que realiza el Ejecutivo venezolano a través del uso de la publicidad estatal como “premio o castigo al comportamiento de los medios” o la compra de “medios incómodos” por parte de capitales privados próximos al gobierno, entre otros ejemplos.
“Son casos de baja intensidad, pero métodos tan o más eficaces que los asesinatos porque provocan la autocensura entre el colectivo periodista”, manifestó.
Ante esta realidad, Scharfenberg expresó su temor de que 2012 marque un “nuevo récord” en agresiones a periodistas, por la llegada de las elecciones presidenciales.
“Ambos bandos ven los comicios presidenciales como un evento crucial y, teniendo en cuenta esta tendencia de los picos en coyunturas políticas, se puede predecir que 2012 será un año peligroso para la prensa”, sostuvo.
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