Las cifras preliminares de cierre de las instituciones de microfinanzas no son alentadoras para la producción nacional. Este año el sector dejó de colocar 67 mil créditos, afectando gravemente a las pequeñas y medianas empresas del país.
Además el sector dejó de atender a 41,159 clientes, lo que representó una caída de un 23 por ciento en su cartera, según cifras facilitadas a LA PRENSA.
El presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), René Romero, señaló que las cifras anteriores indican que la crisis en el sector del microcrédito “todavía no ha llegado a su fin, pero sí ya tocó fondo”.
“En realidad la recuperación del sector no fue posible”, dijo Romero, quien advirtió que la crisis puede persistir en el 2011.
“Son cifras contundentes, lo que indica que el impacto de la crisis mundial, de la crisis nacional se vienen manifestando y que no ha terminado.
Recordemos que lo peor fue en el 2009 donde hubo pérdidas grandiosas, donde hubo mora altísima, donde hubo una serie de cosas que se han continuado durante el presente año”, expresó.
El balance preliminar de las instituciones de microfinanzas afiliadas a Asomif refleja que al finalizar el año la cartera crediticia pasará de 211.65 millones de dólares en diciembre de 2009 a 170.5 millones de dólares en 2010, lo que representará una caída real de un 19 por ciento.
Entretanto, el número de clientes atendidos por el sector pasó de 292,571 en diciembre del 2009 a 225,000, traduciéndose en una reducción de un 23 por ciento.
DESPUÉS DE LA CRISIS
Antes de la crisis económica mundial y los efectos generados por el movimiento conocido como los No Pago, las microfinancieras tenían una robusta cartera de clientes superior a las 324 mil personas.
Lo anterior refleja que entre el 2009 y 2010, al menos cien mil personas han dejado de recibir crédito, como consecuencia del desplome de la cartera financiera del sector.
La cartera crediticia pasó de 420 millones de dólares hasta el 2008, a 170.5 millones al finalizar el 2010, respectivamente.
MORA SIGUE INSOSTENIBLE
El presidente de Asomif, René Romero, manifestó que lo más preocupante es que todavía se mantienen los altos niveles de morosidad en la cartera crediticia de las microfinancieras, pese a que este año hubo una fuerte desaceleración en este indicador.
“Solamente si hablamos de los montos morosos, por ejemplo, de junio 2009 a junio 2010, la cartera en riego de nuestros afiliados fue de un 45 por ciento. Ahora estamos hablando que esa cartera morosa de diciembre 2009 a diciembre del 2010 ronda el 19 por cierto, es decir hay una desaceleración del deterioro, lo que significa que ya lo peor ha pasado”, expresó.
- El presiente de la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas, René Romero, dijo no creer que el Gobierno acepte la propuesta del movimiento No Pago de comprar la deuda de 25 millones de dólares en cartera vencida con las microfinancieras, al considerar que dicha medida podría afectar los programas económicos con organismo internacionales.
Romero dijo que los integrantes de este movimiento están condenados a no recibir crédito mientras no honren sus compromisos financieros.
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En términos reales, la cartera en mora entre diciembre del 2009 y diciembre del 2010 pasó de 28.65 millones de dólares a 34.10 millones de dólares, según cifras preliminares.
POCO RETORNO
Pero lo más crítico fue, según Romero, que a pesar que las microfinancieras se esforzaron para cumplir el pago de 70 millones de dólares que tenían en vencimiento y que tenían que honrar este año con organismos financieros internacionales, solamente 10 millones volvieron a ser refinanciados en Nicaragua.
“Es decir 60 millones de dólares no retornaron más al país”, lamentó Romero.
Advirtió que las cifras del sector pueden ser más alarmantes, tomando en cuenta que el balance no incluye los datos de bancos y financieras que han sido gravemente golpeados por la inestabilidad provocada por la crisis económica mundial y el movimiento de morosos.
LEY MORATORIA FUE INNECESARIA
Uno de los fuertes golpes que recibió el sector de microfinanzas este año fue la aprobación en febrero pasado de la polémica Ley 716 o Ley Moratoria, la cual generó mayor desconfianza y crítica de fondeadores internacionales.
Romero señaló que del total de personas que podían acogerse a la Ley 716, solamente un 7.3 por ciento se acercaron para reestructurar sus deudas, es decir 363 personas.
Sólo el movimiento conocido como los No Pago, promotores de esta Ley, está integrado por más de 15 mil morosos.
El directivo de Asomif dijo que la liquidación del Banco del Éxito (Banex) y la aprobación de la Ley Moratoria resultaron “un golpe de gracia” para el sector este año y por ende se dejó de colocar los 67 mil créditos.
Romero advirtió que el sector de la pequeña y mediana empresa fue el más afectado con el grave recorte crediticio este año, porque generalmente este segmento no tiene acceso al crédito bancario y por eso se financian con el microcrédito.
El directivo de Asomif señaló que para el próximo año esperan que el sector empiece a levantar cabeza con la aprobación de la Ley de Microfinanzas, lo que permitiría al sector reducir el ritmo de caída o bien crecer un cinco por ciento.
FONDOS DEL BID PENDIENTES
Romero indicó que esperan el próximo año también que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destrabe los 20 millones de dólares que colocará en el Banco Produzcamos para luego ser canalizados a través de las microfinancieras.
En ese sentido, la representante del BID, Mirna Liévano, señaló que efectivamente los cortes de líneas de créditos al sistema financiero nacional fueron cubiertos en partes por créditos desembolsados este año por este organismo financiero internacional.
“El banco tuvo un papel anticíclico y tenía una línea para el comercio respondiendo un poco cuando los bancos corresponsales habían cortado crédito a Nicaragua vino a suplir digamos esa necesidad de los créditos al comercio y la producción”, expresó en declaraciones a LA PRENSA.
El BID también ha prestado su interés en que se ponga fin a la crisis de las instituciones de microfinanzas y se agilice la aprobación de la Ley de Microfinanzas, para lo cual ha prometido traer consultores y expertos en esta materia para acompañar a la comisión que trabaja en este proyecto legislativo.
El presidente de Asomif, René Romero, dijo que también esperan el próximo año continuar consensuando la Ley de Microfinanzas con las pequeñas y medianas empresas agremiadas en el Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme).
En Nicaragua existen cerca de 180 mil micro, pequeñas y medianas empresas que aportan el 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), calculado en seis mil millones de dólares.
¿LIQUIDEZ EN BANCOS, PARA QUÉ?
Diversos sectores han criticado que mientras el microcrédito muestra un franco deterioro, el sistema bancario nacional ha optado por restringir el crédito pese a tener suficiente liquidez.
En ese sentido, el economista Adolfo Acevedo señaló que pese a que los depósitos han crecido en el Sistema Financiero Nacional, lo cierto es que los mismos no pueden ser colocados en crédito porque gran parte de éstos provienen del polémico fondo venezolano.
Mencionó por ejemplo que los depósitos de los principales bancos del país, entre ellos Bancentro y el Banco de la Producción (Banpro), “han crecido de manera muy fuerte, a partir de junio de 2009 y con más fuerza todavía a partir de febrero 2010, hasta la fecha”.
“Lo que llama la atención es que los dueños de esos recursos, provenientes de la cooperación de Venezuela, en vez de utilizarlos para apoyar la transformación productiva, o para inversiones fundamentales en infraestructura básica, que son tan apremiantes en este pobre país, y que para hacerlo tienen que usar sus propios canales financieros, los estén utilizando para mantenerlos chineados en los bancos, ganando intereses”, cuestionó.
Con la colaboración de Gisella Canales.
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