La sostenibilidad del Banco del Éxito (Banex) enfrenta serias dudas. Mientras la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) le estableció un plazo para que garantice la segunda capitalización de sus finanzas, el banco empezó el cierre de varias sucursales en distintos departamentos del país.
Víctor Urcuyo, superintendente de Bancos, dijo a LA PRENSA que, si bien Banex atraviesa dificultades, no se tiene contemplado su intervención, pues ya sus directivos han garantizado que sus acreedores internacionales les aprobaron entregar 32 millones de dólares para “limpiar la cartera de activos malos”.
No obstante, la Siboif citó para el 30 de junio a fin de que se entregue la confirmación de las juntas directivas de los acreedores aprobando la capitalización al Banex.
LA PRENSA durante tres días insistió, sin resultados, obtener la posición de los directivos del Banco del Éxito S.A. Personal y telefónicamente se les ha buscado, pero se han declarado muy ocupados.
Ésta será la segunda inyección de capital que reciba el Banex en menos de seis meses, con el fin de evitar que la situación financiera se agrave, pues ya enfrenta pérdidas acumuladas por el orden de los 117.22 millones de córdobas al 31 de marzo del 2010.
El balance financiero de Banex refleja que cuenta con un patrimonio total de 68.33 millones de córdobas, mucho menor a los 335.38 millones de córdobas en el mismo periodo del 2009.
En enero del 2010 se capitalizó con 15 millones de dólares. Pero con el segundo aporte de fondos, unos 18 acreedores internacionales pasarán a ser dueños del Banex.
Urcuyo confía en que los 32 millones de dólares adicionales permitan sanear las finanzas, y explicó que el plan de capitalización significa que “se van a sacar los activos tóxicos o malos, y los dueños de esos activos serán los acreedores, quienes serán los nuevos dueños del banco”. “Con eso el banco quedará limpio. Mientras tanto el banco está operando normalmente, (pero) reduciendo costos”, afirmó Urcuyo.
Además de las pérdidas de la cartera, Urcuyo dijo que se detectó en una reciente auditoría que Banex “tenía muchos gastos superfluos y ahora está racionalizando”.
CIERRE DE SUCURSAL EN GRANADA
La Siboif le aprobó al Banex un plan de reestructuración de sus operaciones, la cual fuerza el cierre de sucursales y despidos de personal. En total en el país cuenta con 28 sucursales y 616 empleados.
El cierre de sucursales se confirmó en Granada, Ocotal, Rosita, Bonanza y Siuna, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN).
La sucursal de Granada fue cerrada desde inicios de junio, según indica un rótulo puesto en la puerta principal del edificio. En éste se informa a los clientes que deben créditos que pueden hacer sus depósitos en dos cuentas que fueron abiertas en el Banpro, y que las operaciones se trasladaron a la sucursal de Banex en Masaya.
Alrededor de 18 personas fueron despedidas paulatinamente de las áreas de crédito, caja y personal administrativo en ese sucursal. Según una fuente, quedaron laborando unas ocho personas; algunos fueron reubicados en Masaya y otros recibieron su carta de despido.
EN OCOTAL
Misma situación se repite en Ocotal, donde también fue cerrada la sucursal de Banex, supuestamente porque sólo estaba generando gastos a la institución, dejando en el desempleo a 17 trabajadores, entre profesionales y técnicos de esta ciudad.
Findesa heredó a la sucursal de Banex de Ocotal 700 clientes en créditos y 1,200 clientes con cuentas de ahorro. Sin embargo, de las declaraciones de algunos ex empleados se desprende que durante los últimos meses no estaban colocando créditos y únicamente se dedicaban a los servicios de ahorro, cuentas corrientes y servicios de pago (remesas internacionales).
El proceso de cierre en Ocotal fue lento, ya que en principio decidieron la suspensión laboral para 12 trabajadores y en junio cerraron contrato con los últimos cinco. Para algunos hubo la oferta de trasladarse a laborar a la sucursal de Estelí.
La finalidad del plan de ajuste, según el superintendente, es que “el banco se vuelva más pequeño”, estimando que de disponer de 600 empleados pase a 300.
“Va a minimizar sus gastos operativos, porque tenía una estructura muy gorda bajo la administración anterior. En eso se está trabajando”, afirmó Urcuyo, quien reconoció que este plan estratégico de reducción de costos y recuperación de cartera es necesario para que los inversionistas se sientan confiados en brindar el respaldo financiero.
CLIENTES EMPIEZAN A CERRAR SUS CUENTAS
Víctor Urcuyo y Antenor Rosales Bolaños, este último presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), afirmaron que Banex dispone de suficiente liquidez para garantizar los depósitos de los 55 mil ahorrantes y que lo controla el Banco Central.
Pero la incertidumbre sobre la sostenibilidad financiera de esta entidad bancaria y la falta de explicaciones de los funcionarios de Banex ya provoca que muchos de sus clientes decidieran retirarse.
Es el caso de César Tercero, quien ayer retiró sus ahorros de la sucursal Oriental en Managua, motivado “por la preocupación de que no se sabe qué va a pasar” con el banco.
Igual respuesta dio Francisco José López, quien canceló su cuenta de ahorro en la matriz central de Banex, “porque uno trabaja para recoger sus centavitos y no para arriesgarlos”.
Lo mismo se repite en los municipios de Rosita, Bonanza y Siuna. En Bonanza, unos 500 trabajadores de la minera Hemconic comenzaron a retirar sus ahorros, pues habían abierto sus cuentas en Banex, a través del cual eran pagados sus salarios.
También los comerciantes y los mineros artesanales han comenzado a desfilar por la entidad bancaria para cancelar sus cuentas.
En Siuna los cuentahabientes dijeron que los funcionarios del Banex les han pedido que cierren sus cuentas de ahorro sin dar ninguna explicación. A esta situación, el presidente del BCN, Antenor Rosales, expresó que “la decisión de los ahorrantes debe respetarse” y no deben enfrentar ningún problema.
Refirió que las políticas que desarrolla la Superintendencia en este caso se dirigen a que el “banco cuente con alta y sólida liquidez que le permita pagar a quien llegue a retirar sus depósitos”. (Colaboración Lucía Vargas C., Alina Lorío, José Garth).
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