SAN JOSÉ/ACAN-EFE
Costa Rica ha vivido esta semana jornadas marcadas por distintas protestas estudiantiles e incluso de vendedores ambulantes en contra de acciones policiales, que incluyeron hoy una marcha hasta la sede de la Corte Suprema de Justicia.
Cientos de estudiantes caminaron desde la estatal Universidad de Costa Rica (UCR), en el sector este de San José, hasta la Corte Suprema, en el centro de la capital, para manifestar su repudio a un operativo policial por el cual oficiales judiciales ingresaron al campus universitario el pasado lunes.
La incursión de los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para tratar de detener a un funcionario universitario sospechoso de un delito de corrupción, fue calificada por las autoridades y estudiantes de la UCR como una violación a la autonomía de ese centro de estudios.
Liderados por la rectora de la universidad, Yamileth González y con el apoyo de los rectores y estudiantes de las otras tres universidades estatales de Costa Rica, cientos de estudiantes, profesores y funcionarios realizaron hoy una marcha pacífica hasta la Corte lanzando consignas como “OIJ la U no se toca”.
Allí, González aseguró que esta era una acción de “rechazo y censura a los hechos del lunes, que violentaron el principio constitucional que garantiza la autonomía plena de la UCR”.
Antes de ingresar a una reunión con el presidente de la Corte Suprema, Luis Paulino Mora, la rectora reiteró que según esta autonomía, la policía debe coordinar con las autoridades universitarias antes de poder ingresar al campus, y que ésta ha sido la práctica común en 70 años de existencia de la institución.
“Nos preocupa y nos ocupa la agresión que las autoridades hicieron en el campus, entrando con actitud prepotente, avasalladora y provocativa”, exclamó González entre aplausos y vítores de los manifestantes.
El lunes, la incursión de los agentes del OIJ en el campus desató un zafarrancho entre estudiantes y policías que dejó algunos heridos menores y cinco detenidos que fueron puestos en libertad al día siguiente.
Tras estos incidentes los universitarios bloquearon calles aledañas a la UCR para protestar en contra de lo que consideraron un atropello por parte del OIJ.
Lo mismo ocurrió el martes, cuando un pequeño grupo de jóvenes decidió bloquear con piedras y ramas encendidas una de las principales vías que rodean San José, argumentando la misma causa, y generando un caos vial que se extendió por más de seis horas.
El miércoles los disturbios corrieron por cuenta de vendedores ambulantes del centro de San José, que tomaron una actitud violenta contra la policía que intentaba desalojarlos de las calles capitalinas.
Decenas de negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas pues los vendedores lanzaban piedras y se enfrentaron a los oficiales municipales.