Muchos de los oficiales que integraban la Unidad Especializada Anticorrupción de la Policía Nacional quedaron “desubicados”, mientras algunos de ellos fueron enviados a otras direcciones. El concepto utilizado para disolver la unidad fue el de “compactación”.
La directriz fue bajada a través de oficiales superiores leales a la Secretaría del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quienes aún “hurgan” en otras direcciones, en busca de elementos “no fiables” para sacarlos de la institución.
Fuentes allegadas a la directora de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, dijeron que la denominada “compactación” de la Unidad Anticorrupción era del total desconocimiento de ésta.
Otras fuentes aseguraron que desde tempranas horas de ayer Granera efectuó llamadas telefónicas desde Dinamarca, a la jefatura policial, para conocer lo que pasaba.
Granera permanece en ese país de Europa gestionando fondos tras concluir la colaboración de Suecia con el Estado.
Por segunda ocasión, una disposición se ejecuta en momentos en que Granera se encuentra fuera del país y es reemplazada en el cargo por el comisionado general Carlos Palacios.
A mediados de octubre del año pasado Palacios presidió un acto donde Justo Pastor Urbina, el esposo de la jefa de Personal y Cuadro, comisionada mayor Elízabeth Rodríguez, fue ascendido a comisionado mayor, quien también fue nombrado jefe de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP). En ese momento Palacios sostuvo: “Ésta es una disposición de la jefatura en pleno, verdad, coincidió con el viaje de la directora y, bueno, me tocó a mí hacerlo”.
Ayer la jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, comisionada mayor Vilma Reyes, refirió que Palacios ya se había pronunciado sobre el tema.
En la edición de LA PRENSA del viernes Palacios se limitó a referir: “No estoy al tanto de eso (…), no tengo información sobre eso”.
FUE UNA UNIDAD ÉLITE
La unidad especializada, aunque a cargo del comisionado mayor Miguel Ángel García, recibía orientaciones directas de Granera. Y estaba designada a la colaboración en el combate del crimen organizado, tanto con la Dirección Antidrogas, como con la de Investigaciones Económicas, así como a detectar actividades de corrupción institucional.
La unidad fue organizada y equipada con el apoyo de la DEA (la Agencia Antidrogas estadounidense) y muchos de sus integrantes fueron preparados en Estados Unidos. Ésta era una de las unidades de la Policía mejor equipadas técnicamente. Sus integrantes debieron aceptar ser sometidos al polígrafo y a una rigurosa investigación.
El último golpe en el que se vieron involucrados fue la captura de cinco narcotraficantes, un colombiano, tres costarricenses y un nicaragüense, que se habían alojado en el hotel Crowne Plaza. En enero del presente año lograron desarticular una red que trasladaba drogas en la ruta Panamá-Costa Rica-Nicaragua-México.
¿por qué la DESCONFIANZA DE LA DEA?
Es de destacar que esta situación ocurre días después que LA PRENSA conociera sobre el ingreso al país de supuestos miembros de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), quienes la semana pasada arribaron al aeropuerto internacional de Managua.
La versión que trascendió fue que éstos habrían llegado al país para investigar por su cuenta lo relacionado con pistas de aterrizaje clandestinas.
Esto habría motivado que miembros de las direcciones antidrogas y de inteligencia tanto de la Policía como del Ejército fuesen designados a ubicar a los supuestos agentes extranjeros.
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