Nicaragua es un país que mira hacia el Océano Pacífico, y por eso su mayor vulnerabilidad ante tsunamis está en el litoral occidental. Sin embargo, tiene más de 500 kilómetros de costas en el Mar Caribe con la misma amenaza.
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- Nicaragua es el país de mejor preparado ante tsunamis en Centroamérica, debido a que algunas de sus playas más populosas cuentan con un Sistema de Alerta Temprana (SAT) ante este tipo de fenómenos.
Este plan se pone prácticamente en alerta amarilla institucional en Semana Santa, debido a que la población en riesgo crece de 99,000 a medio millón de personas, por los bañistas, según. cálculos de la Defensa Civil.
Por esta razón, la Defensa Civil, repartirá miles de volantes entre los visitantes de las playas, para que sepan cómo actuar en caso de tsunami.
Cada año hay entre 400 y 3,000 militares para actuar en casos como éstos.
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Según los especialistas en el tema, Nicaragua, al igual que los restantes 28 de países que tienen costas en el Caribe, está amenazada por la posibilidad de que un tsunami ocurra en cualquier momento, debido a que la zona tiene características para que se den fenómenos como éstos.
Esto no despertaba mayor preocupación hasta mediados de la presente década. Así lo aseguró Alejandro Rodríguez, director del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), quien dijo que la región empezó a preocuparse a partir del tsunami de Sumatra, en diciembre de 2004.
Esto se debe a que la placa tectónica Caribe, sobre la que reposan todos los países con costas en el mar del mismo nombre, está en constante roce con las placas Norteamericana y Sudamericana, lo que en cualquier momento podría provocar un terremoto tan fuerte, que origine un tsunami.
ESCARPE DE HESS
De hecho, Rodríguez afirmó que el terremoto de Haití, de magnitud 7.3 Richter, no provocó un tsunami porque el desplazamiento sísmico fue lateral, pero la historia habría sido distinta de haberse dado un movimiento vertical, ya que habría impulsado el agua para crear la ola gigante.
El director del Ineter también recordó que hay otras fallas o roturas de la placa Caribe que pueden provocar un tsunami en la región.
Tal es el caso del “escarpe de Hess”, una falla que nace en el centro de la cuenca del Caribe, atraviesa el sur de Nicaragua, y termina en Costa Rica.
Datos suministrados por el geólogo Wilfried Strauch, indican que el “escarpe de Hess” provocó un terremoto en 1844 que causó un seiches (movimiento ondulatorio) en el Gran Lago de Nicaragua, aunque no provocó ningún tsunami en el Caribe.
CUMBRE VIEJA ES AMENAZA
La tercera razón para pensar que el Caribe está amenazado con la posibilidad de un tsunami en cualquier momento, la da un volcán ubicado a miles de kilómetros de Nicaragua.
Es el volcán Cumbre Vieja, ubicado en La Palma, Islas Canarias. Strauch demostró que este volcán tiene la particularidad de crear probablemente el tsunami más grande del Océano Atlántico si experimenta una erupción que lo haga colapsar, y tiene potencial para hacerlo.
Si el Cumbre Vieja explota, el tsunami llegaría a la región del Caribe en seis horas, más tarde alcanzaría las costas del este de Estados Unidos, y finalmente Centroamérica, diez horas después.
Klaus Koltermann, secretario de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, y la Cultura (Unesco), dijo en días recientes que, gracias a amenazas como éstas, los países caribeños deben trabajar coordinadamente en los temas de mitigación, prevención y planificación de desastres.
Un documento del Ineter indica que desde el año 1530 se han dado 39 tsunamis en el Caribe centroamericano, sin incluir uno menor en Honduras, el año pasado.
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