- Culmina reunión del G20 con pocos acuerdos y con mercados mundiales sin reaccionar
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Las naciones del G20 decidieron el domingo en Sao Paulo (sureste de Brasil) dar todos los pasos necesarios “para restablecer la confianza en los mercados” y pidieron “más voz y representación de los países emergentes” en las instituciones financieras internacionales.
Los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales de las mayores economías del mundo y de los países emergentes, congregados en el Grupo de los 20 (G20), cerraron sin embargo su X Reunión sin propuestas concretas.
Esta reunión, celebrada el sábado y domingo en Sao Paulo, tenía como objetivo preparar la cumbre del G20 el 15 de noviembre en Washington, en la que se deben definir acciones colectivas para hacer frente a la peor crisis financiera que vive el planeta desde 1929.
“Hemos acordado extraer las lecciones de la crisis actual y adoptar las medidas necesarias para restablecer la confianza en los mercados y la estabilidad, y minimizar el riesgo de una nueva crisis”, declararon los ministros y presidentes de bancos centrales del G20.
En el comunicado, “subrayan que las instituciones de Bretton Woods deben ser profundamente reformadas para reflejar más adecuadamente los cambios en la economía mundial y ser más eficaces ante desafíos futuros”.
Según el G20, “los países emergentes y en vías de desarrollo deben tener una mayor voz y representación” en esas instituciones emanadas de la histórica reunión en 1944 de Bretton Woods, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Brasil, en su “propuesta de acciones a corto plazo”, reclamó para los países emergentes “más voz y representación y mayores responsabilidades en la elaboración de reglas y en las deliberaciones de las IFI (Instituciones Financieras Internacionales)”.
El presidente del Banco Central argentino, Martín Redrado, en tanto, propuso el fortalecimiento del G20 porque es “el mejor posicionado para diseñar, recomendar y supervisar la implementación de las reformas necesarias en la arquitectura financiera internacional”.
La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, declaró por su parte que “hubo una convergencia de puntos de vista sobre la respuesta” a la crisis.
El grupo de naciones desarrolladas y emergentes expresó su convicción de que el FMI “debe mejorar su capacidad de alerta con relación a las economías de importancia sistémica”, y defendió un “refuerzo de la vigilancia” a las actividades de la institución.
Al analizar las causas fundamentales de la crisis financiera, los ministros del G20 indicaron que la misma “es el resultado de la adopción de riesgos excesivos y prácticas deficientes en mercados financieros” además de “políticas macroeconómicas inconsistentes”.
Ante ese escenario, el G20 sostuvo que el principal desafío ahora es resolver la crisis de forma duradera mediante “medidas amplias, coordinadas y oportunas”.
Al inaugurar la reunión del G20 en la víspera, el presidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva, dijo: “Es una crisis global y exige soluciones globales. Es el momento de formular propuestas para un cambio sustantivo”.