- Reportan siete muertos y unos 70 heridos, la mayoría jóvenes que iban a concierto de rock
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Siete muertos y cerca de 70 heridos es el balance del accidente ferroviario ocurrido ayer en la República Checa, cuando un tren internacional EuroCity chocó con la estructura de reparación de un puente al noreste del país.
Las víctimas mortales son cinco mujeres checas, un polaco —que murieron en el acto— y un ucraniano —que falleció en el hospital—, según confirmaron fuentes de la Policía provincial de Novy Jicin.
De los heridos, 16 se encontraban anoche en estado de gravedad. Entre ellos hay cuatro polacos, dos franceses y uno de habla inglesa.
El tren rápido EuroCity Comenius, que cubría el trayecto Cracovia-Praga con 123 pasajeros a bordo, se descarriló al chocar con una estructura metálica utilizada para reconstruir un puente de carretera.
Como consecuencia del impacto, ocurrido en la mañana a la altura de la localidad de Studanka —350 kilómetros al noroeste de Praga—, la locomotora y cuatro de los vagones quedaron totalmente destrozados.
Entre los viajeros había un elevado número de ciudadanos italianos e ingleses, que se dirigían al concierto del grupo británico de “heavy metal” Iron Maiden, que ayer tocaba en Praga, la capital de la República Checa.
El primer ministro checo Mirek Topolanek, junto al vicepresidente del Ejecutivo, Jiri Cunek, y el Ministro de Transporte, Alex Rebicek, acudieron al lugar del siniestro, al igual que el primer ministro polac, Donald Tusk.
“HUBO SUERTE”
Topolanek destacó la “magnitud internacional” del grave accidente y señaló que hay indicios de que la firma que reconstruye el puente es responsable del drama.
La empresa ODS —Dopravní Stavby Ostrava, que forma parte del grupo francés Eurovia—, expresó mientras tanto su pesar, en un comunicado a la prensa.
Los daños materiales ascienden a 5.6 millones de euros, según la empresa de ferrocarriles checos.
Por su parte, tras contemplar el lugar del siniestro, Tusk opinó que la tragedia podría haber sido “mucho mayor” y que “se puede hablar de suerte”.
El maquinista del tren, que iba a Praga a 136 kilómetros por hora, pisó los frenos pero no pudo evitar estrellarse contra los restos del puente, señaló Jan Kucera, el subdirector de inspección del sistema ferroviario del país.
En marzo de 2003, 14 personas perdieron la vida en la misma autovía en una serie de choques en cadena, provocados por la niebla, en los que se vieron implicados 250 vehículos.
El puente comenzó a ser reparado en abril por el Gobierno regional de Moravia-Silesia, que es su propietario, y estaba previsto que las obras finalizaran en octubre.