Cuatro artefactos explosivos estallaron en la región de Cantabria, en el norte de España, sin que ninguno de ellos causase heridos, después de que un comunicante avisase en nombre de ETA de la colocación de las bombas.
El último de los explosivos detonó a las 14.50 hora local (12.50 GMT) en los alrededores de un campo de golf de la localidad turística de Noja, en la costa del Cantábrico, según comprobó EFE.
Poco antes, a las 14.07 (12.07 GMT), en la vecina localidad de Laredo estalló otra bomba en el Paseo Marítimo de la localidad.
El artefacto estaba colocado junto a una caseta de la Cruz Roja, que quedó destrozada.
Las explosiones tuvieron lugar después de que un comunicante que dijo hablar en nombre de la banda terrorista ETA avisase de que iban a detonar a partir del mediodía cuatro artefactos en la región de Cantabria, indicaron fuentes de la delegación del Gobierno.
Las explosiones comenzaron en Laredo, cuando poco después del mediodía explotó la primera bomba.
La detonación de este primer artefacto se pudo escuchar en todo el pueblo y provocó una columna de humo de unos 25 metros.
A continuación, en Noja explotó, a las 12.50 hora local (10.50 GMT) el segundo artefacto, de escasa potencia, en la zona conocida como Las Dunas de la playa de Ris, muy cerca de un estacionamiento.
blanco turístico
Tanto Laredo como Noja son dos localidades turísticas de la costa de Cantabria, en el norte de España, en la que hoy no lucía el sol, por lo que no había mucha gente en la playa.
Tras las explosiones, artificieros y perros adiestrados rastrearon y mantuvieron acordonadas las zonas donde fueron colocados los explosivos.
ETA, que ha asesinado a más de 800 personas en su reclamo de la independencia para el país vasco, ha retomado así su habitual “campaña de verano”, que mantiene desde hace casi 30 años colocando artefactos en zonas turísticas.
condena
Las fuerzas políticas democráticas condenaron hoy unánimemente estas nuevas acciones de la banda terrorista.
Por su parte el Ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió a los terroristas que cada vez transcurre menos tiempo “entre el día en que un malhechor de ETA pone una bomba” y su ingreso en prisión.