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Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal

Un buen intento, pero no supera las cintas predecesoras Steven Spielberg estaba claro de lo que estaba pasando. No en balde pidió calma a un público que estaba demasiado ansioso por el regreso del aventurero más carismático en la historia del cine. Las expectativas eran demasiadas. Esta película está llamada a ser el gran éxito […]

  • Un buen intento, pero no supera las cintas predecesoras

Steven Spielberg estaba claro de lo que estaba pasando. No en balde pidió calma a un público que estaba demasiado ansioso por el regreso del aventurero más carismático en la historia del cine. Las expectativas eran demasiadas. Esta película está llamada a ser el gran éxito del verano taquillero del 2008. Quedar relegado de ese puesto significa el fracaso.

Después de ver la película se entienden los temores de Spielberg. En primer lugar, para los fanáticos que tienen a Indiana Jones como el personaje cuyas aventuras quisieran emular, sepan que ésta es la entrega más floja de la serie.

Las diferencias con sus predecesoras, en especial con Los Cazadores del Arca Perdida (1981) y La Última Cruzada (1989) son considerables. Las aventuras de Indy han tenido una particularidad y es el manejo magistral de la expectativa. La incógnita siempre era descifrada al final. Las emociones más fuertes las encontrábamos en los desenlaces. Todo esto después de dos horas de toda una vorágine de espectaculares secuencias de acción realizadas por los mejores dobles del mundo, al mejor estilo de la vieja escuela, sin auxilio de efecto digital alguno.

La Calavera de Cristal es lo contrario. El inicio es toda una recreación de lo mejor de Indiana Jones. Incluso las bromas, desde el primer diálogo, sobre la edad del legendario arqueólogo (“La hemos visto peores, Indy. Sí, pero antes éramos jóvenes”) le dan un agradable toque de humor franco y realista. Pero a medida que la aventura avanza, las emociones se esfuman hasta enrumbarse al desenlace más insípido de la saga.

No todo es malo. Algunas escenas de acción son tan buenas como las realizadas en los buenos tiempos de la franquicia. Lamentablemente otras rayan en la tontería, como Shia Labeouf haciendo de Tarzán.

Harrison Ford, muy consciente de que ya está en edad para chinear nietos, logra un muy buen trabajo en recrear este mismo sentimiento para su famoso personaje.

Apártenle un sitial a Cate Blanchett y su acento soviético (poniéndonos a tono con la época de filme) en la galería de los mejores villanos en el universo Indy.

Pese a todo, les recomiendo con toda franqueza que no se la pierdan, principalmente a los jóvenes adultos nostálgicos. De todos los héroes años 80-90 que han regresado (Rocky, Rambo, John McClane), es con Indiana Jones con el que se ha realizado el mejor esfuerzo por revivir el buen cine de acción limpio de efectos digitales.

Espectáculo

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