La Casa Blanca instó a una ex alta funcionaria de la residencia oficial a ignorar una citación para testificar ante el Congreso sobre el caso de nueve fiscales que según los demócratas fueron despedidos por motivos políticos, informó ayer la prensa.
El Comité Judicial del Senado quiere interrogar a Sara Taylor en una audiencia prevista para el miércoles y ella dice estar dispuesta a hablar.
Pero el testificar iría en contra de los deseos del presidente George W. Bush, “una persona a quien ella admira y para quien ha trabajado infatigablemente durante años”, según una carta enviada este fin de semana a los miembros del citado comité por el abogado de Taylor, W. Neil Eggleston, de la que se hace eco la prensa local.
“Es desafortunado que la Casa Blanca intente interferir con el testimonio de Taylor”, dijo Patrick Leahy, el senador demócrata que preside el Comité Judicial.