La Iglesia católica colombiana ofreció su colaboración para lograr que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) devuelva los cadáveres de 11 diputados regionales que murieron en su poder y pidió que no se deseche la intervención de una comisión internacional en ese propósito.
“La Iglesia está dispuesta a buscar diferentes alternativas” en ese sentido, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Luis Augusto Castro.
De acuerdo con Castro, “una posibilidad es la de buscar ese contacto con las FARC para que faciliten el encuentro de los cuerpos. Sin la colaboración de ellos va a ser muy difícil lograr la devolución de los cadáveres”, razonó.
El Obispo colombiano al mismo tiempo demandó al Gobierno no desechar la idea de que una comisión internacional participe en las gestiones para que las FARC devuelva los cuerpos.
Los 11 legisladores secuestrados, en abril del 2002, murieron el pasado 18 de junio según la guerrilla por el “fuego cruzado” durante un ataque a un campamento rebelde, mientras el Ejecutivo acusó a los rebeldes de “asesinato premeditado”.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Sin embargo, Melanie Betancourt, hija de Ingrid Betancourt, rehén de la guerrilla, reiteró que ambos tienen cierto grado de responsabilidad en el hecho.
“Lo que ha pasado es abominable… las FARC son las primeras responsables en esas muertes, pero el presidente Uribe también es responsable porque en el transcurso de estos cinco años de detención no ha hecho lo que debía para hallar una solución a un acuerdo humanitario (con las FARC”, declaró Betancour.
La Procuraduría General de Colombia por su parte comunicó que insistirá ante el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en la necesidad de que gestione el acuerdo humanitario con las FARC.
La guerrilla ya ha propuesto canjear a un grupo de sus secuestrados —conformado por políticos como la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y decenas de policías y militares que califica de “prisioneros”— por rebeldes presos. No obstante, no asoman acuerdos en el tema.
A la fecha un total de 3,143 colombianos permanecen secuestrados en Colombia, 765 de ellos en poder de las FARC, según estadísticas no gubernamentales.
Además de los secuestrados de las FARC, los reportes señalan que hay 410 en poder del también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) y 279 de los grupos paramilitares de ultraderecha, que se supone desmovilizados desde 2006. Del resto de plagiados se desconoce el paradero.