- Después de muchas dudas la pareja se casó
La espléndida boda del fin de semana de Tom Cruise y Katie Holmes tuvo muchos símbolos de la singular relación del par de actores, que comenzó hace 18 meses.
El decoroso y romántico entorno del castillo del siglo XV en Bracciano, Italia, recordó la calidad de cuento de hadas del noviazgo: Holmes, de 27 años, declaró una vez que creció soñando con casarse con el astro de Risky Business.
“Solía pensar que me casaría con Tom Cruise”, dijo Holmes a la revista Seventeen antes de empezar a salir con el actor de 44 años. Pero la fantasía de la joven nunca fue el tema dominante en la pareja, que más bien ha adquirido fama de ser extremadamente pública y peculiar. En pocas palabras, es una relación que no ha llegado a comprenderse del todo.
Tras intercambiar sus votos de amor el sábado ante un pastor de la cientología, Cruise y Holmes se dieron un beso eterno, según Giorgio Armani, quien asistió al matrimonio en las afueras de Roma y diseñó los trajes de la novia, el novio y su bebita Suri.
Ese beso pudo haber sido visto como un gesto de dulzura, o como un recordatorio del gran amor que la pareja (o al menos Cruise) ha demostrado abiertamente desde que anunció su relación en abril del 2005, en Roma.