- El clamor generalizado es por el pésimo estado de 47 kilómetros de la carretera Wanawana-Ubú Norte-Perro Mocho, donde existen pegaderos que ocasionan graves pérdidas económicas a todos los sectores
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Enviado a Paiwas, RAAS
El pésimo estado de la principal vía de acceso a las zonas productivas, los golpes asestados por las autoridades a los contrabandistas de queso y la sobreproducción láctea durante el período (invierno) conocido como el “golpe de leche”, están por noquear a los ganaderos de Paiwas, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS).
Por la crisis que enfrentan algunos piensan en desvincularse de la actividad ganadera y muy pocos conservan la esperanza en que un nuevo Gobierno pueda brindarles las oportunidades para mejorar los rendimientos y la calidad de la producción para que ésta se traduzca en buenos precios y más utilidades para los productores de ese municipio, donde según cifras del Centro Nacional Agropecuario (Cenagro) existen 161 mil 164 cabezas de ganado, la mayor cuantificada en el país.
El productor Abelino Mendoza Ortega, con residencia en la comarca San Pedro del Norte, refiere que los políticos cuando andan en campaña aparecen y cuando ya llegan al poder desaparecen. “Aquí no los conocemos y aquí una persona se salva como puede porque no tenemos a quién decirle: ‘hermano ayúdenos’ porque ni siquiera hay un organismo”.
URGEN RECONSTRUCCIÓN DE CARRETERA
El clamor generalizado de transportistas, autoridades municipales, comerciantes y productores de Paiwas es por el pésimo estado de los 47 kilómetros de la carretera Wanawana-Ubú Norte-Perro Mocho, donde existen más de una docena de pegaderos de gran longitud que ocasionan graves pérdidas económicas a todos los sectores.
Esa carretera es de paso obligatorio para los productores de diversas comarcas de Paiwas e incluso para quienes tienen fincas en el municipio de La Cruz de Río Grande, también en la RAAS, donde, según don Abelino “no tienen ni una cuarta de carretera” y deben sacar la producción a través del río Grande de Matagalpa hacia la comarca San Pedro del Norte y posteriormente hacia los diferentes sitios de mercado a nivel nacional.
La familia de Julio Villegas Moreno posee dos fincas en las que engordan ganado para la comercialización de carne. Una de las propiedades queda en el sector conocido como San Antonio, a 17 kilómetros de San Pedro del Norte, y la otra finca en el sector de La Estrella, a más de 20 kilómetros con dirección a La Cruz de Río Grande.
Villegas Moreno dice que por la falta de carreteras hacia los sitios donde están sus propiedades debe sacar el ganado “arriado” hasta San Pedro del Norte y allí montarlo en camiones para trasladarlo a los mataderos.
Los 22 kilómetros del camino entre San Pedro del Norte y Ubú Norte están en buenas condiciones, pero las cosas cambian cuando los camiones cargados con ganado llegan a la carretera que va de Ubú Norte hacia el empalme de Wanawana.
CUANTIOSAS PÉRDIDAS
Por las condiciones de la carretera, Villegas y otros productores como Virgilio Mendoza Reyes, Antonio Vargas, Rufino Pérez Guillén y el productor y concejal de Paiwas por el Partido Resistencia Nicaragüense (PRN), Jaime Mendoza Ortega, quienes estaban reunidos en la casa de don Abelino, coinciden al apuntar que trasladar el ganado desde sus fincas hasta los mataderos en el Pacífico del país les toma dos días.
En la última comercialización y traslado de cien cabezas de ganado hacia un matadero en Nandaime, Granada, dice Villegas que perdió 40 mil córdobas porque “algunas vacas se mueren por los golpes que se dan cuando hay que pasar por los pegaderos y las que llegan vivas al matadero han perdido bastante peso”.
Por su parte, Guillermo Moreno Marín, un pequeño productor del sector conocido como Poncaya, a 27 kilómetros de San Pedro del Norte con dirección a La Cruz de Río Grande, dice que “acabo de vender dos camionadas de ganado (en cada camión los productores envían 15 ó 16 cabezas) y salí perdiendo 25 mil córdobas porque, pesado aquí en la finca el ganado me promediaba 420 kilos, pero al matadero llegó promediando 390 kilos y con lo que yo pensaba que me iba a resultar allá me salí perdiendo los 25 mil pesos”, dice Moreno.
BAJOS PRECIOS DE LECHE Y QUESO
Quienes se dedican a la producción de leche como Rubén Alonso, sienten el “golpe” de la sobreproducción láctea. “Ahorita pagan 40 córdobas la pichinga de 40 litros”, refiere este pequeño productor explicando que en su finca situada en la comunidad Casquita “saco dos y a veces tres pichingas por día”.
Los productores abordados en San Pedro del Norte apuntan que por las mismas condiciones de los caminos pocos productores venden la leche a las grandes compañías y la mayoría vende el producto a los queseros artesanales de la zona, quienes a su vez enfrentan dificultades con la comercialización del queso, lo que repercute en que los queseros compren menos leche y los precios disminuyan.
Alfonso Huete Arróliga es dueño de una finca cercana al poblado de San Pedro del Norte, en la que tiene 70 vacas en ordeño que le producen alrededor de 300 litros de leche por día. En la misma propiedad posee una quesera artesanal y, para producir cinco quintales de queso por día compra cuatro mil litros de leche adicionales.
“Esto del queso ahorita está pésimo”, dice Huete, explicando que estuvo pagando a 80 córdobas cada pichinga de 40 litros pero que “así más bien se le está perdiendo porque el queso lo están pagando a siete córdobas la libra (…) con esto así yo creo que no hay otra salida que ‘soltar’ el ganado. Ya muchos productores aquí dicen que ni para la sal están sacando”, agrega.
A criterio de Huete, las bajas en las ventas de queso se deben a los “quiebres” contra los comerciantes que compran el queso en Paiwas y después lo llevan ilegalmente hacia El Salvador. Igual considera don Abelino Mendoza, quien también posee una pequeña quesera en su finca en Poncaya.
“Nosotros no hemos tenido esa clientela (contrabandistas) pero los que vienen a comprar tienen esa clientela y tienen esos problemas. Nos vienen contando que tienen pérdidas en las fronteras”, dice don Abelino.
Añade que los productores se ven afectados porque “tal vez dan fiado el queso y, al suceder eso en la frontera, a nosotros nos paran el pago del queso y de la leche. Entonces tenemos que esperarlos hasta 15 días. No sé cómo harán pero la cosa es que ellos con dificultad nos vienen a pagar. A veces nos dicen: ‘hermano te traemos sólo la mitad porque en la frontera nos pasó esto y esto, nos quitaron el queso’ (…) entonces los que sufrimos somos nosotros que nos quedamos sin poder pagarle a los trabajadores”.
Los queseros coinciden en que carecen de los recursos para poder montar por su cuenta una planta para pasteurizar el queso porque, refiere Huete, “hay que tener otros equipos que son caros (…) tal vez pudiéramos montarla si hiciéramos una cooperativa, pero costaría organizarla porque no estamos acostumbrados a trabajar así”.
SUGIEREN SOLUCIONES
Como soluciones a la problemática que enfrentan los productores de San Pedro del Norte sugieren como una prioridad la reconstrucción de la carretera Wanawana-Perro Mocho, lo que el alcalde liberal de Paiwas, José del Carmen Escoto Delgadillo, dice estar gestionando sin éxito desde que asumió el cargo (enero 2005).
También sugieren la construcción de centros de acopio de leche que les permita mejorar los precios de venta y la construcción de un matadero en el municipio de Matiguás, donde podrían converger los productores de los municipios que conforman la llamada “vía láctea nicaragüense”. Además, requieren de políticas de financiamiento con bajos intereses.