- Cairo lanzó al estilo Ráudez
Edgard Rodríguez C.
Julio Ráudez se despidió hace tres noches, pero en Masaya muy pocos lo extrañan.
Cairo Murillo, quien entró en su lugar, lanzó al estilo del carabinero granadino y colgó ocho ceros ante el Estelí, camino a un triunfo 2-0 ayer en el Estadio Roberto Clemente.
Con diez victorias sumando su esfuerzo en la etapa regular y la postemporada, Ráudez fue una especie de tiro seguro para el San Fernando. Eso mismo planea ser Murillo.
Y tras lo mostrado ayer, su pretensión no es desorbitada.
En muy pocas ocasiones fue sometido a presión, mientras defendía con uñas y dientes una ventaja de dos anotaciones conseguidas en los innings dos y tres del encuentro.
Marlon Abea disparó hit ante Jim Trewin en el segundo y tras una falla del short stop David Avendaño, Humberto Macías descargó un doblete empujador de carrera.
En el inning siguiente, la manopla de Avendaño hizo su mejor esfuerzo, tras una rola de Reynaldo Padilla con trazas de infield hit, pero la anotación le marcó un error.
Roletazo de Yasmir García y un wild pitch pusieron en tercera a Reynaldo, desde donde anotó por pasbol de Sergio Mena, para mover el score a 2-0 a favor de las Fieras.
Eso bastó para que el trabajo de Cairo se pusiera más firme, mientras Jacinto Carrero se hacía cargo de la colina esteliana, tras la salida de Trewing en el tercer episodio.
Carrero fue enérgico en su relevo, al extremo de sólo ceder un tubey de Yáder Hodgson en el resto del trayecto, pero no hubo más variantes en el score y Estelí cayó.
Tras llegar a ocho ceros, el San Fernando remplazó a Cairo en el noveno con el relevista Enrique Salgado, quien c
NO DIO CHANCE
Cairo Murillo lanzó ocho entradas de 4 hits y ninguna carrera, en un estupendo debut como abridor con el San Fernando, que encontró en él al mejor sustituto posible ante la salida de Ráudez.
El Estelí disparó sólo 4 hits en el partido, pero fue apenas uno menos de los 5 del San Fernando, extrañamente sujetado por el pitcheo segoviano, que merecía mejor soporte.ompletó el blanqueo no sin antes ceder un imparable.